El 11 de septiembre del 2001, hace 23 años atrás precisamente, el mundo se paralizó por completo, pues ocurría uno de los peores atentados que marcarían la historia de los Estados Unidos, y también, del mundo entero.
Dos aviones secuestrados por el grupo Al Qaeda, impactarían las torres del World Trade Center (WTC), provocando una tragedia que se llevaría la vida de 3.000 personas y aproximadamente 6.000 heridos. Desde ese día, nada volvió a ser igual. La seguridad sufrió una bisagra de un antes y un después en lo que corresponde a la seguridad mundial, tanto en aeropuertos como en zonas de transportes turísticos.
Un punto de inflexión
La magnitud del trágico suceso, originó una serie de eventos que transformaron de manera radical la forma de viajar y percibir la seguridad en destinos de todo el mundo, como por ejemplo:
Mayor seguridad en los aeropuertos: los ataques llevaron a la implementación de estrictas medidas de seguridad en aeropuertos y vuelos a nivel global. Esto incluyó la creación de la Transportation Security Administration (TSA) en EE.UU, y cambios como la prohibición de líquidos en las cabinas de los aviones.
Percepción del riesgo: los nuevos protocolos aumentaron los tiempos de espera en aeropuertos y modificaron la experiencia del viajero. La percepción de seguridad también influyó en la elección de destinos, con muchos turistas optando por lugares que consideraban más seguros.
Homenaje a las víctimas
En la actualidad, el sitio donde se encontraban las Torres Gemelas en Nueva York, conocido como Ground Zero, se transformó en un importante destino turístico. Desde la construcción del Memorial del 11 de septiembre y del Museo del 11 de septiembre, este lugar se convirtió en un espacio de reflexión y conmemoración, atrayendo a millones de visitantes cada año.
El Memorial del 11 de septiembre cuenta con dos enormes fuentes en el lugar exacto donde se erguían las torres, con los nombres de las víctimas grabados en paneles de bronce alrededor de las fuentes. El museo, por su parte, alberga objetos, fotos y relatos relacionados con los ataques y sus consecuencias.
El fenómeno global del “turismo oscuro”
Este sitio, junto con otros lugares históricos relacionados con tragedias, incrementó el fenómeno conocido como «Dark Tourism» o turismo oscuro, que implica la visita a lugares asociados con eventos trágicos en la historia de la humanidad, y ganó popularidad en las últimas décadas.
El Dark Tourism incluye otros destinos como los campos de concentración en Europa o Hiroshima en Japón, lugares donde la humanidad fue testigo de tragedias devastadoras.
En el caso del 11-S, este tipo de turismo ayudó a mantener viva la memoria de un acontecimiento que marcó la historia para siempre.