El transporte terrestre de pasajeros en la región centroamericana avanza hacia la normalidad luego de un 2020 caótico por la pandemia del COVID-19. Pese a que los esquemas de vacunación avanzaron en 2021 y lo peor de la emergencia ya pasó,
El sector del transporte aún enfrenta desafíos, pero también se configura y busca consolidar nuevas oportunidades a partir de alianzas con miras a un mejor desempeño en 2023.
En este sentido, Miguel Huerta, gerente general de la Cristóbal Colón para Centroamérica, reconoce que el choque inicial de la emergencia sanitaria y la apertura paulatina de las fronteras representó un importante reto para el sector que no solo tuvo que apagar motores y estacionar sus unidades, sino que se reactivó en medio de restricciones de ingreso por país y, en varios casos, el desafío de arrancar operaciones con capacidad reducida para mantener la distancia entre pasajeros.
“Tuvimos que cerrar la cortina del negocio. No operamos absolutamente nada durante casi un año. Literalmente tuvimos que apagar los motores y no continuamos un solo viaje, no solamente por cuestiones que nosotros no pudiéramos controlar, como decisiones empresariales, sino porque los países impidieron el libre tránsito de personas. Cerraron las fronteras”, dijo el ejecutivo que incluso vivió personalmente los cierres tras quedar varado en Costa Rica.
Varios meses después de estos eventos, reconoce Huerta que el sector en general tiene la meta de reinventarse y apuntalar la necesidad de las poblaciones de volver a viajar, no solo por trabajo sino por la necesidad que surgió tras los esquemas de cuarentena.
Los primeros viajeros que comenzaron a comprar los boletos tenían que ver con necesidades familiares, médicas y de negocios, y poco a poco se tienden a restablecer los niveles habituales.
Huerta, también explicó que a mediados de 2022 la operación de Mobility ADO en Centroamérica se mantenía entre un 60 % y 70 % de su capacidad, pero con tendencia a la recuperación de manera gradual, alimentada también por algo que se conoce en la industria turística como “turismo de venganza”.
La compañía, que apenas unos meses antes de la crisis sanitaria había anunciado oficialmente el inicio de sus operaciones en el istmo, cuenta con dos marcas regionales: Cristóbal Colón y Tica Bus y apuesta por los viajeros que buscan vivir nuevas experiencias tras los encierros por el COVID-19. Actualmente administra una flota de 113 autobuses que cubren rutas que conectan con las capitales desde Guatemala hasta Panamá y algunas ciudades intermedias que resultan clave no solo para el turismo, sino para el comercio y la actividad empresarial en general.
Recuperándose
Mobility ADO trabaja en un agresivo plan para recuperar terreno el cual se comenzó a ejecutar hace unos meses y que tiene como objetivo impactar en la cadena de transporte, no solo de quienes requieren un boleto por motivos familiares o de trabajo, sino de una apuesta total al turismo.
“Estamos intentando apoyar todo lo que podemos no solamente con la ruta regular, sino también apoyando fuertemente al turismo. Para nosotros, el turismo es fundamental, es una de las columnas de nuestro negocio. Yo te diría que estamos haciendo algo distinto”, explicó Huerta.
Para el caso de Cristóbal Colón está impulsando alianzas con hoteles, restaurantes y centros de entretenimiento con los que pretenden facilitar viajes más completos que no solamente cumplan con llevar a pasajeros del punto “A” al punto “B”, plan en el que es clave la construcción de comunidades de viajeros frecuentes, algo que pretenden lograr con el lanzamiento del Círculo Naranja que promete una serie de beneficios. Destacan, por ejemplo, los paquetes que la empresa anunció para viajes en familia desde San Salvador hacia los parques recreativos del IRTRA en Guatemala, los cuales incluyen el hospedaje, entradas a los parques y los impuestos de turismo.
El gerente explicó que con su estrategia están apuntando al desarrollo de viajes entre las principales ciudades y destinos del Triángulo Norte de Centroamérica donde cuentan con dos segmentos: el segmento de lujo con los Cristóbal Colón Diamante y con el segmento primera clase (Naranja).
“Lo que queremos hacer primero es garantizar la conectividad, que las personas en Centroamérica Norte se sientan conectadas, que sepan que hay una manera segura, cómoda y con una muy buena solución de precio para ir de El Salvador a Honduras o de Honduras a Guatemala”, valoró Huerta.
El plan de la compañía no solo tiene como objetivo las rutas regionales (de largo recorrido), el ejecutivo dijo a Estrategia & Negocios que tienen interés de entrar al servicio urbano e interurbano, movida que ya han ejecutado en ciudades de Europa y que buscan replicar en el istmo. “Hemos hecho varios intentos en Guatemala por entrar; sin embargo, no se ha dado el momento político correcto”, agregó el gerente de Cristóbal Colón en Centroamérica.
El ejecutivo reconoció que la operación de ADO en el istmo tiene visión de largo plazo y que buscan consolidarse como actores principales y que no sean vistos como un modelo de transporte extranjero, ya que llegaron para quedarse.
Fuente:estrategiaynegocios.net/