Con evacuaciones masivas, el gobierno encabezado por Gabriel Boric declaró la imposición del estado de excepción en áreas turísticas, con el objetivo de movilizar todos los recursos necesarios para combatir los incendios. Además, se implementó un toque de queda con el fin de prevenir posibles accidentes.
Los incendios arrasaron aproximadamente 43.000 hectáreas, según informes recientes del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), y se cobró la vida de 46 personas hasta el momento.
La jornada fatídica de incendios comenzó alrededor de las 13:45 horas del viernes, en la Reserva Nacional Lago Peñuelas, según detalló la ministra chilena del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, quien indicó que se desataron cuatro focos casi simultáneamente y expresó la posibilidad de un inicio intencional, aunque subrayó que esto solo podrá confirmarse mediante la investigación en curso. Las llamas se propagaron a áreas turísticas como Viña del Mar, Limanche, Quilpué y Villa Alemana.
El trágico suceso marcó un luto profundo en el país. La situación sigue siendo crítica, y las autoridades trabajan incansablemente para contener la devastación y proteger a la población afectada.