La Semana Santa, es un periodo muy importante para la iglesia católica, ya que, se conmemora y recuerda todo lo que Jesucristo tuvo que pasar hasta el momento de su resurrección.
En distintas partes del mundo se hacen celebraciones diferentes, cada una adaptada a su territorio. En Jerusalén y en Roma se hacen muchos actos religiosos cargados de sentimiento. También hay procesiones de Semana Santa que se mezclan con rituales paganos, como en la población siciliana de Prizzi. En muchos lugares, los huevos son el símbolo indiscutible de esta fiesta, desde los huevos escondidos de los Estados Unidos a la artesanía de los pysanka, los huevos pintados típicos de Ucrania.
Pero en esta fiesta de trasfondo religioso también se encuentran algunas tradiciones de origen precristiano, como los rituales de fertilidad que se hacen en muchos países del este de Europa. Finalmente, también hay tradiciones nuevas —como leer novela negra en Noruega— y algunas otras con un origen incierto, como el lanzamiento de jarros de cerámica que se hace en la isla griega de Corfú.
El conejillo de Pascua de los Estados Unidos es alemán
Un hombre disfrazado de conejo de Pascua que reparte cestos de mimbre entre los niños y los anima a encontrar todos los huevos escondidos en un parque o jardín. Esta escena tan típica de la Pascua de los Estados Unidos es, en realidad, una costumbre importada de Alemania que llegó al continente americano en el siglo XVIII con los primeros inmigrantes de este país. Pero eso no es todo: desde 1878 la Casa Blanca abre su jardín para hacer una competición infantil de egg rolling, un juego que consiste en hacer rodar un huevo por el césped de la residencia presidencial.
La versión escandinava de los caramillos
Por Pascua, en Finlandia y Suecia los niños se visten de bruja, con pañuelos en la cabeza y la cara pintada, y pasan por las casas para pedir huevos y golosinas y, a cambio, cantan canciones. En la Pascua escandinava las brujas son un elemento frecuente porque en varios lugares de la península se encienden hogueras la noche del Viernes Santo con la intención de echar a las brujas que vuelan buscando espíritus para captar.
Una Pascua pasada por agua en Polonia
El Lunes de Pascua es un día mojado en Polonia porque se celebra la fiesta del smingus-dyngus. Grupos de jóvenes se mojan los unos a los otros en las calles lanzándose cubos, con pistolas de agua e incluso a golpes de manguera. El blanco principal son las chicas porque existe la creencia de que, si quedan empapadas, al cabo de un año ya estarán casadas. La fiesta en principio recuerda el bautismo del príncipe polaco Mieszko el Lunes de Pascua de 966, pero también tiene muchas reminiscencias de los rituales de fertilidad precristianos.
Lanzamiento de cerámica en Corfú
El Domingo de Pascua en Corfú hay que ir con cuidado cuando se sale a la calle porque es tradición romper objetos de cerámica lanzándolos por la ventana. Los vecinos rompen cazuelas, tiestos, botijos… Incluso se hacen versiones especiales de estos objetos de tamaño desmedido. El origen de este ritual es incierto: hay quien cree que simboliza el renacimiento de la primavera, hay quienes piensan que tiene que ver con la costumbre de hacer limpieza por el año nuevo litúrgico y hay quienes lo relacionan con los estruendos del Viernes Santo que se hacen en otros lugares como señal de duelo por la muerte de Jesús.
Pasarse la Pascua leyendo novela negra en Noruega
Una de las costumbres más curiosas de Pascua tiene lugar en Noruega, donde por estas fechas las editoriales lanzan publicaciones especiales de género policíaco. Esta costumbre, denominada paaskekrimmen, no tiene ningún trasfondo religioso ni pagano: empezó en 1923 a raíz de un anuncio de una novela en la prensa. Se ve que la publicidad era tan real que muchos lectores creyeron que era una noticia de verdad.
La Semana Santa, como en Roma en ningún sitio
Roma es uno de los centros neurálgicos del cristianismo y, por eso, las celebraciones de Pascua que se hacen en el Vaticano son espectaculares. Arrancan el Viernes Santo con un viacrucis nocturno que recorre el Coliseo, y acaban el Domingo de Pascua con la bendición multitudinaria que hace el Santo Padre en plena plaza de San Pedro. Se imparte desde el balcón central de la basílica de San Pedro y se llama urbi et orbi (‘en la ciudad de Roma y en todo el mundo’).
El sauce, símbolo de fertilidad en la República Checa y Eslovaquia
Antes de la implantación del cristianismo, por la época de Pascua abundaban los rituales de fertilidad ligados al renacimiento de la naturaleza. En algunos países estas costumbres todavía perviven. Es el caso de la República Checa y Eslovaquia, donde por estas fechas se golpea a las mujeres con unos ramitos hechos con ramas de sauce. Se escoge el sauce porque es de los primeros árboles que florecen con la llegada de la primavera, por lo que se cree que tiene más poder fertilizante.
En Hungría se busca la fertilidad a través del buen olor
Por Pascua, en Hungría, se hace un ritual de fertilidad consistente en rociar a las chicas jóvenes con agua perfumada. Antiguamente las mojaban completamente con agua aromatizada con flores, pero actualmente se les tira colonia o perfume en el frente.
Tras los últimos pasos de Jesús en Jerusalén
Uno de los mejores lugares donde vivir la versión más religiosa de la Semana Santa es en Jerusalén, donde Jesús pasó sus últimos días. Su periplo, documentado sobradamente por las sagradas escrituras, sucede en muchos lugares que hoy en día todavía existen. Por eso, entre el Jueves Santo y el Domingo de Pascua miles de creyentes reviven los últimos momentos de la vida de Jesús siguiendo los mismos pasos que dio él. El Viernes Santo se rehace el camino que llevó a Jesús a la crucifixión, con mucha gente arrastrando una cruz. También van a misa a la iglesia del Santo Sepulcro, donde se cree que Jesús fue enterrado y resucitó.
El ‘Abballu Di Li Diavuli’, los demonios sicilianos que tientan almas
En todo el sur de Italia hay muchas procesiones de Semana Santa. Pero la de la localidad siciliana de Prizzi tiene una serie de particularidades que la hacen única. El domingo de Pascua por la mañana corren por el pueblo tres demonios con máscaras de cinc que tientan a la gente con dulces con el objetivo de recoger su alma. Hacen de las suyas hasta la tarde, cuando se encuentran con la procesión que lleva los pasos de la Virgen y Jesucristo. Su presencia los asusta y, tras hacer un baile con reminiscencias medievales, desaparecen.
Dolor real en la Semana Santa Filipina
El archipiélago de las Filipinas formó parte del imperio español durante unos cuantos años y, si bien la lengua ha pervivido poco, sí que se ha mantenido la religión. Eso hace que algunas tradiciones católicas como las procesiones de Semana Santa y las recreaciones de los últimos días de la vida de Jesús hayan arraigado con fuerza. Pero lo que marca la diferencia es la literalidad con que se vive la Semana Santa, un periodo de dolor, que allí es real porque abundan las penitencias físicas, es decir, flagelaciones y clavos reales en la cruz.
Los huevos de Pascua más bonitos son ucranianos y se llaman pysanka
Los huevos son uno de los elementos más distintivos de la Pascua en todo el mundo. Pero hay un lugar donde, por su exquisitez, son especialmente famosos. Los pysanka son los huevos de Pascua decorativos tradicionales de Ucrania. Con el fin de poder trabajarlos bien, se recubren de una capa de cera que los hace especialmente resistentes. Así también se pueden grabar con todo tipo de filigranas, que en la vertiente más tradicional son dibujos geométricos o alegorías religiosas.
Fuente: www.barcelona.cat