El gobierno francés estima un impacto económico de 3.500 millones de euros durante los Juegos Olímpicos de París 2024, con una afluencia masiva de turistas nacionales e internacionales.
Francia se prepara para recibir a 11.3 millones de visitantes durante los Juegos Olímpicos de París 2024, que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto. A esta cifra se sumarán 4 millones más durante los Juegos Paralímpicos, que se llevarán a cabo del 28 de agosto al 8 de septiembre. Francia espera que estos eventos generan un movimiento económico significativo en la región, estimando que los visitantes dejarán unos millones de euros, excluyendo el coste de las entradas para las competiciones.
En comparación, la región de Île-de-France, donde se encuentra París, obtuvo 5.400 millones de euros por turismo en una temporada estival completa, del 1 de julio al 15 de septiembre. Durante los Juegos Olímpicos, se espera que el 86.7% de los visitantes sean franceses, mientras que alrededor de 1.5 millones serán extranjeros, una cifra similar a la de un verano habitual en París. Los turistas extranjeros más numerosos serán británicos, estadounidenses y alemanes.
En tanto, las autoridades francesas calculan que cada día durante los Juegos Olímpicos, alrededor de 800.000 personas necesitarán transporte hacia los centros de competición, de las cuales 600.000 serán espectadores y 200.000 personas acreditadas.
Gran impacto social y económico
Los Juegos Olímpicos representan una oportunidad única para remodelar la identidad urbana de París y estimular su economía. Además de la modernización y construcción de infraestructuras, el evento atraerá a numerosos turistas, lo que impulsará el sector hotelero, restaurantes y negocios locales.
En este sentido, el Gobierno de Anne Hidalgo fijó ya la que será una de las imágenes icónicas de las Olimpiadas parisinas, una de esas que acaban adheridas a la memoria a perpetuidad. El “baño en el Sena”, que finiquitará un siglo de prohibición debido a la mala calidad del agua. El consistorio habilitará tres zonas aptas para la zambullida de los atletas. Los parisinos tendrán que esperar hasta 2025 a que finalicen las obras de saneamiento, que están presupuestadas en 1.400 millones de euros.
La ceremonia de inauguración también marcará un hito histórico, ya que se celebrará en las calles de París en lugar de un estadio, permitiendo que 600.000 espectadores presencian el evento a lo largo de los más de seis kilómetros que separan el puente de Bercy del Trocadero.
París concentra 15 de las 39 sedes olímpicas. Las restantes se reparten en urbes como Burdeos, Nantes, Niza, Marsella, Lyon, Saint-Étienne o Lille. En conversación con Forbes, el Ayuntamiento de París subraya que su gran reto y objetivo es “ofrecer un legado duradero a los parisinos y parisinas, identificado y programado con los actores locales, de ahí que todas las operaciones de desarrollo de instalaciones deportivas respondan a una estrategia a largo plazo. Más allá de su uso durante los Juegos, buscan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, construyendo, renovando y haciendo accesibles emplazamientos públicos de proximidad”.
Para el presidente del Comité Organizador de París 2024, Tony Estanguet, la pretensión es que sea una apertura que “representa la ambición por unos Juegos diferentes, creativos y espectaculares”. Desde el Comité Olímpico Internacional, por su parte, afianzan la idea de que “la excelencia está al alcance de la mano”.
Transformaciones urbanas
El distrito periférico de Seine-Saint-Denis, conocido por su marginalidad y alta tasa de inmigración, será uno de los más beneficiados por las transformaciones asociadas a los Juegos. Allí se han construido la Villa Olímpica y el Centro Acuático, que contará con una cubierta de 5.000 metros cuadrados con paneles fotovoltaicos y funcionará en un 90% con energía renovable. Además, se han implementado proyectos de construcción de gimnasios y la reconversión de calles para hacerlas más tranquilas y verdes.
En la cercana y también deprimida Porte de la Chapelle se asienta el Adidas Arena que, según comentan a Forbes desde el Consistorio, “es un perfecto ejemplo de construcción con bajas emisiones de carbono que ha traído consigo la transformación de todo un vecindario. Ha permitido la construcción de dos gimnasios de los que podrán disfrutar los residentes y la reconversión de las calles adyacentes, que serán más tranquilas y verdes. Además, en los próximos años se abrirá el gran campus universitario de Condorcet y un extenso parque de más de ocho hectáreas en Chapelle-Charbon”.
Con el propósito de rediseñar, mejorar y reconfigurar la identidad de los suburbios a fin de brindar un gran estadía a los atletas y visitantes se crearon bajo el concepto de proximidad, 60 nuevos kilómetros de carriles bici que permitirán llegar a todos los lugares olímpicos en bicicleta y que completarán los más de 1.000 kilómetros de carriles ya creados.
Importante motor de desarrollo para esta área será también el ya apodado ‘proyecto del siglo’. Se trata del Grand Paris Express, una extensa red de vías férreas, con 200 kilómetros de extensión, conectará barrios y ciudades de la región sin tener que pasar por el centro de París. Hará parada en dos puntos a los que ha dado forma el multipremiado arquitecto francés Dominique Perrault. Son la estación de metro Villejuif-Institut Gustave Roussy y la Villa Olímpica y Paralímpica.
En resumen, los Juegos Olímpicos de París 2024 no solo serán un evento deportivo de repercusión global, sino que también dejarán un legado duradero en términos de infraestructura, economía y calidad de vida para los ciudadanos de París y sus alrededores