La revolución digital de los viajes: 30 años de transformación. Por: Amuda Goueli, co-fundador de Destinia.
Cuando me propusieron escribir una columna sobre cómo la tecnología ha transformado la distribución turística en los últimos 30 años, me detuve a reflexionar sobre nuestros comienzos como una de las primeras empresas nacidas en internet. Recuerdo aquellos difíciles inicios, cuando luchábamos diariamente para convencer a proveedores y clientes de que no tuvieran miedo de internet, de que confiaran en una tecnología que parecía venir del futuro. ¿Qué queda de aquellos tiempos? Podríamos decir que poco, solo quedamos las personas.
He sido testigo de una transformación que, en retrospectiva, parece sacada de una película de ciencia ficción. A principios del año 2000, todo era diferente. Nosotros lanzamos una agencia online y nos tachaban de locos. Los clientes solían acudir a las agencias físicas, llamar por teléfono y pasar horas hojeando folletos y catálogos. Planificar un viaje era un proceso largo y laborioso. Pero hoy, con un par de clics, los viajeros pueden reservar todo lo relacionado con su viaje: vuelos, hoteles, coches de alquiler y hasta tours, todo desde la comodidad de su hogar. Plataformas como la nuestra han democratizado el acceso a la información y a los servicios turísticos, permitiendo a los usuarios comparar precios, leer reseñas y hacer reservas en cuestión de minutos.
No solo ha cambiado radicalmente la experiencia de reservar, también la experiencia de viajar. El check-in online y las máquinas de autoatención en los aeropuertos han revolucionado la experiencia del viaje desde el primer momento. Atrás quedaron los días de largas colas y esperas interminables. Y el reconocimiento facial en los controles de seguridad ha añadido una capa adicional de eficiencia y seguridad que nunca hubiéramos imaginado.
No podemos olvidar la personalización que ha traído el big data gracias a servidores con almacenamientos más grandes y procesadores de información de nueva generación más potentes. Ahora tenemos los datos de navegación del cliente y las preferencias de los usuarios para ofrecer recomendaciones personalizadas. Si un cliente siempre busca vuelos de última hora, la próxima vez que entre en nuestra web le ofreceremos opciones flexibles. Si prefiere hoteles boutique en lugar de grandes cadenas, ajustaremos nuestras recomendaciones. Es como tener un agente de viajes personal que conoce cada detalle de tus preferencias, adelantándose a los deseos de los clientes.
¿Y si hablamos de los hoteles? La personalización también ha dado un gran salto gracias al big data. Los hoteles ahora saben si prefieres almohadas duras o blandas, si te gusta desayunar temprano o si necesitas un extra de café por la mañana. Utilizan datos de tus estancias anteriores para hacer que tu experiencia sea única. Es como si te leyeran la mente, pero sin el factor espeluznante.
Ahora, con la inteligencia artificial (IA), estamos en un punto en el que debemos entender el mundo de otra manera. Es la primera herramienta creada por la humanidad que puede tomar decisiones por sí misma.
Volviendo a la pregunta inicial, lo que realmente ha cambiado en estos 30 años ha sido nuestra consciencia sobre el potencial de la tecnología. Como todo lo nuevo para el ser humano, la tecnología pasa por cuatro etapas de rechazo, intento de uso, aceptación y, en algunos casos, adicción. Ahora estamos en las dos últimas fases.
Entonces pensábamos que la tecnología podía cambiarlo todo, pero ahora lo sabemos. Podemos afirmar con la tecnología que todo es posible y solo es una cuestión de dónde, cómo y cuándo ocurrirá. ¿Qué innovaciones veremos en los próximos 30 años? Si los avances recientes son una indicación, el futuro promete ser aún más emocionante y transformador. Prepárate para la verdadera revolución, no esperemos otros 30 años porque será entre 5 y 10 años.
Fuente: www.hosteltur.com