Cada 20 de agosto, el mundo celebra el Día Mundial de la Papa Frita, un homenaje a uno de los alimentos más populares y versátiles del planeta. Desde sus humildes orígenes hasta su expansión global, las papas fritas conquistaron los corazones y paladares de personas de todas las culturas.
Disputa por su origen
Aunque la historia exacta de las papas fritas o “patatas fritas”, sigue siendo objeto de debate, se cree que su origen se encuentra en Europa, específicamente en Bélgica, donde los habitantes de la región de Namur freían rodajas de papa durante los inviernos fríos del siglo XVII. Estas papas fritas fueron más tarde popularizadas por los soldados estadounidenses que las descubrieron durante la Primera Guerra Mundial, y las llevaron a Estados Unidos, donde se convirtieron en un ícono de la comida rápida.
Distribución global y diversidad cultural
Hoy en día, las papas fritas se disfrutan en casi todos los rincones del mundo, y cada cultura le agrega su toque especial. En Francia, se conocen como «frites» y suelen acompañar platos como el steak frites. En Estados Unidos, las «fries» son un elemento esencial de las hamburguesas y los hot dogs. En Canadá, las papas fritas se sirven como «poutine», cubiertas de queso y salsa gravy.
En América Latina, las papas fritas también ocupan un lugar especial en las mesas, desde las clásicas papas acompañando a los asados argentinos hasta la yuquita frita en países caribeños como Cuba y República Dominicana.
La papa frita y el turismo gastronómico
El atractivo universal de las papas fritas impulsó el turismo gastronómico en muchas ciudades. Lugares como Bruselas en Bélgica, donde se encuentran algunas de las «friterías» más famosas, atraen a turistas que buscan degustar las auténticas papas fritas belgas. En Perú, país originario de la papa, los turistas pueden disfrutar de variedades locales de papas fritas que destacan por su diversidad de colores y sabores.
En Estados Unidos, ciudades como Nueva York y Los Ángeles cuentan con festivales dedicados a este delicioso manjar, donde los visitantes pueden probar versiones gourmet de papas fritas con diferentes condimentos y salsas de todo el mundo.
La papa frita, un símbolo de conexión global
El Día Mundial de la Papa Frita no es sólo una celebración de la comida, sino también una oportunidad para reflexionar sobre cómo un simple alimento puede unir a diferentes culturas y ser un punto de encuentro en el mundo del turismo. Ya sea en un pequeño puesto callejero en Asia o en un restaurante de lujo en Europa, las papas fritas siguen siendo un símbolo de la capacidad de la comida para traspasar fronteras y conectar a las personas.
