El Día Internacional de la Paz, celebrado cada 21 de septiembre, destaca el poder de la solidaridad global en la construcción de un mundo pacífico y sostenible. En un contexto marcado por desafíos sin precedentes, como el terrorismo, el extremismo violento y las crisis climáticas que aumentan la fragilidad en las regiones más vulnerables, la necesidad de un compromiso colectivo por la paz nunca ha sido tan urgente.
Las fuerzas divisorias que fomentan el odio y la intolerancia, junto con los desastres naturales que agravan las crisis en las zonas más pobres, no pueden ser enfrentadas por ningún país de manera aislada.
La UNESCO juega un papel crucial en la promoción de una cultura de paz y desarrollo sostenible a través de la educación en derechos humanos, la formación en habilidades para la convivencia pacífica y la prevención de conflictos. Estas acciones son fundamentales para consolidar la paz y crear un entorno global donde todas las naciones puedan colaborar en la superación de las barreras que hoy dificultan la estabilidad.
En el marco de este día, la reflexión es más que importante y debe estar orientada hacia la necesidad de nuevas formas de solidaridad y acción conjunta que permitan, desde ya, construir puentes y soluciones frente a los desafíos que amenazan la paz mundial.
Para el sector turístico, este es un recordatorio de la importancia de promover destinos y experiencias que favorezcan la comprensión, el respeto y la armonía entre las culturas, sumando esfuerzos hacia un planeta más pacífico y sostenible.
