El cambio climático no solo genera problemas globales como temperaturas extremas e inundaciones, sino que también afecta las decisiones diarias, como la elección de destinos vacacionales.
Con el calor cada vez más intenso en los principales destinos turísticos, los viajeros optan por regiones más frescas, lo que dio lugar a un creciente interés por las llamadas «coolcations». Estas se refieren a destinos fríos en el norte de Europa y Alaska, que están ganando popularidad entre quienes buscan escapar del calor.
De manera inteligente, las empresas de viajes tomaron nota de esta tendencia. Aerolíneas como Norwegian Air agregó nuevas rutas hacia el norte de Noruega, mientras que líneas de cruceros como Norwegian Cruise Line Holdings y Royal Caribbean tuvieron que expandir sus itinerarios en Alaska y Canadá. El incremento en la demanda de destinos fríos también se refleja en el aumento de las llegadas aéreas y las reservas de alojamiento, impulsadas por turistas de zonas afectadas por intensas olas de calor, como Texas.
Airbnb y agencias de viajes como Virtuoso también registraron un notable aumento en las búsquedas y reservas en regiones más frías, mientras que grandes cadenas hoteleras como Hyatt se preparan para ampliar su capacidad en estos lugares. Este fenómeno muestra cómo el cambio climático está transformando el panorama turístico global, con un enfoque creciente en destinos más templados.