San Carlos de Bariloche, una ciudad emblemática de la Patagonia argentina, fue nombrada como la más feliz de Sudamérica. Este reconocimiento no solo destaca su belleza natural, con paisajes que combinan lagos cristalinos, montañas imponentes y frondosos bosques, sino también su eficiente sistema de salud, educación de calidad y una infraestructura que permite a residentes y visitantes disfrutar de su entorno en plenitud.
Ubicada en el parque nacional Nahuel Huapi, al pie de la cordillera de los Andes y a orillas del lago homónimo, Bariloche es el destino turístico más visitado de la Patagonia, recibiendo alrededor de un millón de turistas anuales. Esta ciudad, cabecera del departamento de Bariloche y la más poblada de la provincia de Río Negro, se convirtió en un símbolo del turismo argentino, destacándose especialmente en la temporada invernal por sus famosos centros de esquí, como el del cerro Catedral.
Más allá del invierno, Bariloche ofrece una amplia gama de actividades durante todo el año. Los turistas pueden disfrutar de excursiones lacustres en catamaranes por el lago Nahuel Huapi, practicar deportes de aventura como el rafting y el velerismo, o explorar la belleza natural de los cerros Tronador y Otto. Además, la región es conocida por sus playas soleadas en los meses de verano, donde locales y visitantes se relajan en las orillas de los lagos Moreno, Gutiérrez y Nahuel Huapi.
Bariloche también es famosa como el destino preferido para los viajes de egresados de Argentina y Uruguay, y se posicionó como un punto de conexión clave entre Argentina y Chile gracias al cruce de los lagos, que une Bariloche con la ciudad chilena de Puerto Varas mediante un recorrido que combina trayectos por agua y tierra.
Con una infraestructura que incluye el Aeropuerto Internacional Teniente Luis Candelaria, la ciudad está bien conectada con el resto del país y el mundo, siendo accesible tanto por aire como por las rutas nacionales y provinciales que la conectan con Buenos Aires, Neuquén y otras localidades patagónicas.
Este reconocimiento como la ciudad más feliz de Sudamérica refuerza el atractivo de Bariloche como un destino que no solo deslumbra por su naturaleza, sino que también ofrece una excelente calidad de vida, un entorno seguro y una gran variedad de actividades para disfrutar durante todo el año.
