El Día Mundial del Turismo de 2024 se celebró en un contexto marcado por la creciente preocupación por la masificación turística o overtourism, que está generando debates no solo en España sino también en países como Alemania.
Mientras el sector turístico sigue destacando su importancia económica, especialmente en España donde contribuye con cerca del 13 % del PIB y emplea a millones de personas, las consecuencias medioambientales y sociales generaron descontento en muchas comunidades locales.
En regiones como Cataluña, Baleares, Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid, se implementaron o están por implementar medidas para frenar el impacto negativo del turismo descontrolado. Estas incluyen la limitación de licencias para viviendas turísticas, la restricción de cruceros, la imposición de tasas turísticas, y el control de accesos a espacios naturales vulnerables. Sin embargo, las soluciones aún son incipientes en muchos casos y enfrentan resistencia, particularmente de los propietarios y algunos sectores que dependen del turismo masivo.
El reto que enfrenta el sector turístico es encontrar un equilibrio entre la necesidad de sostener su éxito económico y la demanda creciente de sostenibilidad y respeto por las comunidades locales. Las protestas en distintas regiones muestran que las soluciones deberán considerar tanto los beneficios económicos como la preservación del entorno y el bienestar social.