El despliegue de seguridad en las playas de Cancún, encabezado por la Guardia Nacional, la policía turística y la Secretaría de Marina, es una medida importante para salvaguardar a los bañistas ante las condiciones peligrosas del mar generadas por la tormenta Helene. Las banderas rojas, que indican riesgo elevado por el fuerte oleaje, están visibles en todas las playas, pero desafortunadamente, algunos ciudadanos no respetan las advertencias, poniendo en peligro su seguridad.
Por ese motivo, la Guardia Nacional y Protección Civil intensificaron la vigilancia para evitar que los bañistas ingresen al mar, y la Capitanía de Puerto mantiene un monitoreo constante de las costas de Quintana Roo, imponiendo restricciones en la navegación. El cierre de Isla Mujeres, así como las alertas de tormenta tropical y huracán en la península de Yucatán y Cuba, subrayan la gravedad de la situación.
Las medidas buscan garantizar la seguridad de los ciudadanos y el sector náutico hasta que las condiciones climáticas mejoren.