Este verano fue excepcional para el transporte ferroviario entre España y Francia, con un notable incremento en el número de viajeros, especialmente en las rutas transfronterizas. Según datos de Trainline, las conexiones entre Lyon-Barcelona y Montpellier-Barcelona experimentaron crecimientos significativos, con la primera cuadruplicando su demanda y la segunda triplicándola.
El aumento de las frecuencias en estas rutas fue clave para consolidarlas como una opción preferida frente al avión o el coche durante la temporada estival. Los viajeros optaron cada vez más por el tren como medio de transporte para visitar Francia, destacando por su comodidad y sostenibilidad.
Dentro de España, destinos como Málaga, Alicante, Tarragona, Madrid y Sevilla vieron un aumento notable en la demanda. Málaga lidera con un incremento del 98%, seguida por Alicante con un 73%, y el resto con un crecimiento cercano al 69%. La semana del 12 al 18 de agosto fue la más concurrida, coincidiendo con el puente festivo de mediados de mes.
Entre las rutas más destacadas, la línea Madrid-Valladolid triplicó su demanda, mientras que otras como Valencia-Barcelona y Valencia-Alicante también registraron incrementos superiores al 100%.
El tren sigue ganando terreno entre los turistas, con un aumento del 52% en viajeros franceses y un 21% en británicos. Pedro García, country manager de Trainline en España, destacó que el tren se consolida como una opción clave por su eficiencia y sostenibilidad, tanto para desplazamientos nacionales como internacionales.