Chile está dando un paso trascendental en la conservación de la biodiversidad al anunciar la inauguración de su primer bioparque para el año 2035, sumándose así a los esfuerzos regionales ya establecidos en países como México y Colombia. Este ambicioso proyecto será gestionado por el reconocido Buin Zoo, ubicado en las afueras de Santiago, y estará dedicado a la protección de especies en peligro de extinción y a la preservación de ecosistemas locales.
A diferencia de los zoológicos tradicionales, el bioparque chileno se centrará en la recreación de hábitats naturales, ofreciendo a los visitantes una experiencia educativa y sostenible. Este enfoque no solo busca el esparcimiento, sino que también funcionará como un refugio para especies nativas que enfrentan amenazas graves debido al cambio climático y la destrucción de sus hábitats.
El proyecto incluirá amplias áreas de observación, espacios diseñados para la investigación científica y programas de reproducción y rehabilitación. Asimismo, se implementarán actividades de educación ambiental con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de la biodiversidad.
Con un diseño orientado a replicar las condiciones naturales para las especies, el bioparque permitirá que los animales expresen su comportamiento de manera más natural, mejorando tanto su bienestar como la experiencia de los visitantes. Además, el turismo responsable será una prioridad, promoviendo un equilibrio entre el disfrute recreativo y el respeto por el medio ambiente.
Este nuevo bioparque refuerza la tendencia en Sudamérica hacia la creación de espacios que promuevan la sostenibilidad y la conservación, convirtiéndose en un ejemplo para la región en su lucha por la protección del planeta.