La huelga de trabajadores de Boeing en EE. UU., que alcanzó un mes de duración, está generando una gran presión sobre la compañía, que enfrenta pérdidas económicas y posibles repercusiones financieras.
Los 33.000 trabajadores en huelga exigen un aumento salarial del 40%, mientras que Boeing ofreció sólo un 20% e intentó negociar directamente con los empleados, pero sin éxito. La situación escaló con la retirada de la última oferta y la decisión de la empresa de reducir su plantilla en un 10%, eliminando unos 17.000 empleos.
Este paro, junto con otros problemas, como la crisis de reputación tras varios incidentes de seguridad y la caída del valor de sus acciones en un 41% durante el año, está afectando gravemente la situación financiera de Boeing. La compañía enfrenta pérdidas de 100 millones de dólares diarios, lo que podría resultar en una salida de efectivo de unos 10.000 millones de dólares en 2024. Además, las agencias de calificación crediticia S&P y Moody ‘s están considerando rebajar la calificación crediticia de Boeing a «basura», lo que aumentaría sus costos de endeudamiento.
Para mitigar esta situación, Boeing está evaluando una ampliación de capital de 10.000 millones de dólares. Mientras tanto, su deuda significativa, que incluye 4.000 millones de dólares con vencimiento en 2025 y 8.000 millones de dólares en 2026, añade más presión para resolver el conflicto laboral y estabilizar la situación financiera.