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Canarias se moviliza contra la saturación turística y los altos precios de la vivienda

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Este domingo 20 de octubre, miles de personas tomaron las principales zonas turísticas de Canarias para protestar contra la masificación turística, el encarecimiento de la vivienda y la falta de acción política. Las manifestaciones, convocadas bajo el lema «Canarias tiene un límite», buscan poner fin a lo que los organizadores denominan como «los excesos» del modelo turístico actual en el archipiélago. Estas protestas ocurren seis meses después de una movilización masiva el pasado 20 de abril, en la que se exigieron medidas que hasta ahora no se implementaron.

En Tenerife, cerca de 6.500 personas, según la Delegación del Gobierno, recorrieron el paseo marítimo de Playa de las Américas, una de las zonas más turísticas de la isla. Las consignas resonaban al ritmo de frases como «Canarias no se vende» y «Coalición Canaria es una inmobiliaria», mientras los manifestantes marchaban junto a los turistas que disfrutaban de un día de playa. Los organizadores denunciaron la falta de avances en sus demandas previas, como la moratoria turística que se solicitó en abril, y criticaron la introducción de medidas como la «falsa ecotasa», que consideran ineficaz para solucionar los problemas estructurales del turismo en la isla.

En Gran Canaria, las protestas se concentraron en la zona hotelera de Meloneras, donde entre 1.500 y 5.000 manifestantes (según diferentes estimaciones) marcharon desde los hoteles hasta el faro de Maspalomas. Los manifestantes gritaron consignas como «Clavijo, escucha, Canarias en la lucha» y «No es turismo, es colonialismo», mientras turistas miraban sin comprender del todo la situación. Según Eugenio Reyes, portavoz de Ben Magec y del movimiento 20-O, la manifestación no buscaba ser masiva, sino simbólica, al tener lugar en el corazón de la industria turística canaria para visibilizar los más de 30 nuevos proyectos urbanísticos aprobados en los últimos seis meses.

En Lanzarote, la marcha reunió a entre 1.500 y 2.000 personas en el paseo del Puerto del Carmen, mientras en Fuerteventura, unas 500 personas se movilizaron en Corralejo, transitando incluso por la playa y terrazas donde los turistas disfrutaban de su estancia. Las protestas también se replicaron en La Palma, donde los manifestantes, encabezados por Pablo Díaz, portavoz de ‘Canarias tiene un límite’, se concentraron en Los Llanos de Aridane, alertando sobre los peligros de replicar el modelo de turismo masivo en la isla.

En El Hierro, aunque la participación fue más modesta con unas 50 personas frente al Cabildo, las reivindicaciones fueron las mismas: la necesidad urgente de frenar la expansión turística desmedida que, según los manifestantes, ha deteriorado la calidad de vida en las islas. Todas las manifestaciones transcurrieron de forma pacífica, salvo en Maspalomas, donde se reportó una detención.

Los manifestantes señalaron que el turismo masivo trajo consecuencias negativas, como los bajos salarios, el encarecimiento de la cesta básica y el acceso limitado a la vivienda debido a la proliferación de alquileres vacacionales. Reclaman un modelo más sostenible que priorice a la población local y proteja el entorno natural de Canarias, un destino que recibe más de 18 millones de turistas anualmente.