Por Mary de Aquino
Ubicado en el corazón de Gramado, el Hotel Ritta Höppner es un símbolo de hospitalidad y legado familiar en la ciudad, con una historia que data de hace 65 años. Fundado por inmigrantes alemanes, la construcción del hotel fue iniciada por el abuelo de Adriana Höppner, actual socia propietaria, quien se estableció en la ciudad con su familia, trayendo consigo el legado de la cultura germánica. El nombre del hotel es un homenaje a su abuela, Ritta, quien, junto con su esposo, desempeñó un papel fundamental en la creación del espacio, impregnándolo con la esencia de la hospitalidad cálida y cuidadosa que la familia conserva hasta hoy.
En una entrevista exclusiva, Adriana compartió un poco sobre la trayectoria del hotel, que comenzó de manera sencilla pero fue evolucionando a lo largo de los años. «El té de la tarde, por ejemplo, se sirve desde hace más de 15 años. Comenzó de manera modesta, pero fue tomando forma con el tiempo. Tuve la oportunidad de estudiar en Suiza y en Londres, donde aprendí más sobre la cultura del té, y eso fue esencial para mejorar nuestra oferta», comentó Adriana. El famoso té de la tarde del hotel, hoy una atracción tanto para huéspedes como para visitantes, es uno de los momentos más esperados. Para quienes se hospedan en el hotel, la experiencia está incluida en la tarifa, sin costo adicional.
El Hotel Ritta Höppner cuenta con 48 habitaciones, muchas de ellas temáticas, y ofrece una experiencia única para familias y parejas. Con énfasis en las suites con piscina térmica, donde los huéspedes pueden ajustar la temperatura del agua según sus preferencias, la infraestructura busca ofrecer confort y bienestar para todo tipo de público. «También tenemos un espacio especialmente pensado para los niños, con un jardín de más de 2.000 metros cuadrados y habitaciones nuevas con literas y televisión, una verdadera diversión para los pequeños», explicó Adriana.
Además, el hotel ofrece una infraestructura completa para eventos, con un centro de convenciones que puede albergar hasta 450 personas, además de una capilla ecuménica para ceremonias de bodas. El Ritta Höppner se ha convertido en un destino popular para parejas de todo el mundo que buscan celebrar su unión con paquetes personalizados. «Nuestro servicio es muy completo, la pareja llega y solo necesita elegir el vestido, el resto de la organización lo hacemos nosotros», afirma la propietaria.
Otro punto destacado del hotel es el restaurante Hoppner, que ofrece platos típicos de la gastronomía alemana, fiel al legado de la familia. Adriana recuerda con cariño la época en que un chef de cocina de Alemania, acompañado por el príncipe de Baviera, participó de una inmersión gastronómica en el hotel. «La experiencia fue increíble, trajimos muchas especias y platos típicos de la cocina alemana, lo que enriqueció aún más nuestro menú», contó.
Con su combinación de legado familiar, hospitalidad y experiencias exclusivas, el Hotel Ritta Höppner sigue siendo uno de los principales destinos de Gramado, atrayendo turistas de diversas partes de Brasil y del mundo.
