La crisis económica en Cuba golpea con fuerza a la industria turística, afectando especialmente a hoteleros españoles con una gran presencia en la isla. Según Joan Pla, consejero delegado de Blau Hotels, la pérdida del suministro de petróleo venezolano y la falta de apoyo económico exterior están erosionando la competitividad del destino frente a otros del Caribe.
“Cuba ha perdido cuota de mercado”, expresó Pla, destacando que las llegadas de turistas cayeron drásticamente: de 5 millones en 2018 a una previsión de solo 2,2 millones para este año, incluso por debajo de los 2,4 millones de 2023.
Sin embargo, hoteleros como Meliá, con 35 hoteles en la isla y cuatro en desarrollo, mantienen el optimismo. Gabriel Cánaves, director general de Recursos Humanos de Meliá, señaló que con el apoyo adecuado, Cuba podría recuperar su liderazgo turístico previo a la pandemia. “Estamos impulsando medidas para mejorar la satisfacción y confianza de los clientes”, afirmó.
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Turistas evidencian la crisis
Los viajeros también notan el impacto de la crisis. Una pareja española, Beatriz Terrasa y Juanqui Corgo, describió hoteles vacíos, desabastecimiento y largos cortes de electricidad. “Los hoteles están que se caen, y vimos a los cubanos tristes”, comentó Terrasa.
Advertencias internacionales
Recientemente, Alemania emitió una advertencia a sus ciudadanos sobre los problemas en Cuba, recomendando evaluar cuidadosamente los viajes debido a la escasez de suministros y servicios básicos.
A pesar de los desafíos, Cuba aún posee atributos únicos que podrían facilitar su recuperación si se superan las barreras actuales.