Después de 13 años de espera, Bulgaria y Rumanía fueron admitidos como miembros plenos del espacio Schengen, marcando un momento histórico para la Unión Europea (UE). La decisión, permitirá que ambas naciones eliminen los controles fronterizos terrestres y se unan completamente a la mayor zona del mundo de libre circulación. Este cambio entrará en vigor el 1 de enero de 2025.
Un paso clave para la movilidad europea
Desde su adhesión a la UE en 2007, Bulgaria y Rumania trabajaron para cumplir con los criterios técnicos de Schengen. Aunque ya participaban parcialmente en el espacio desde marzo de este año, con la eliminación de controles en los viajes aéreos y marítimos, esta nueva etapa permitirá que ciudadanos, turistas y mercancías circulen libremente entre estos países y el resto de la zona Schengen.
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Con esta ampliación, el espacio Schengen ahora abarcará 29 países, incluyendo 25 de los 27 miembros de la UE (Irlanda y Chipre permanecen fuera), así como Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Más de 400 millones de personas podrán beneficiarse de esta red sin fronteras internas.
Turismo: un motor clave del cambio
La adhesión plena de Bulgaria y Rumania al espacio Schengen abre nuevas puertas para el turismo en ambos países, que cuentan con una rica herencia cultural, histórica y natural.
Bulgaria: Con atracciones como la histórica ciudad de Plovdiv, los monasterios ortodoxos y los resorts del Mar Negro, Bulgaria se posiciona como un destino clave para viajeros europeos. La eliminación de controles fronterizos facilitará la llegada de turistas desde países vecinos como Grecia, Serbia y Rumania, además de aumentar el flujo de visitantes de Europa occidental.
Rumania: Famosa por los Cárpatos, el delta del Danubio y las leyendas de Transilvania, Rumania también espera un auge turístico. Ciudades como Bucarest, Sibiu y Cluj-Napoca serán más accesibles, fomentando tanto el turismo cultural como el ecoturismo.
Según operadores turísticos, se espera que esta integración incremente significativamente las visitas entre Bulgaria, Rumania y los países Schengen, dinamizando el sector y generando ingresos adicionales.
Acuerdos para garantizar la seguridad
Uno de los mayores obstáculos para esta decisión había sido el veto de Austria, que argumentaba preocupaciones migratorias relacionadas con la protección de las fronteras exteriores del espacio Schengen. Sin embargo, un acuerdo firmado en Budapest entre Austria, Bulgaria y Rumania prevé el despliegue conjunto de guardias fronterizos en la frontera entre Turquía y Bulgaria, así como controles temporales en las rutas terrestres durante seis meses.
Impacto en el transporte y la economía
Además del turismo, el comercio y el transporte también se beneficiarán de esta medida. La eliminación de los controles terrestres reducirá los tiempos de espera y los costos logísticos para el transporte de mercancías. Esto fomentará una mayor integración económica entre Bulgaria, Rumania y sus vecinos europeos.
Schengen: un modelo de integración y libertad
Creado en 1985, el espacio Schengen es uno de los mayores logros de la integración europea, permitiendo la libre circulación de personas y bienes entre sus países miembros. La inclusión de Bulgaria y Rumania refuerza el compromiso de la UE con la cooperación y la eliminación de barreras.
La plena adhesión de Bulgaria y Rumanía al espacio Schengen no solo es un hito político y social, sino también una oportunidad para el desarrollo del turismo y la economía en ambos países. Con esta integración, Europa da un paso más hacia la consolidación de un espacio de libertad y movilidad sin precedentes en el mundo.
