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Venezuela lidera el ranking de Sudamérica con más rechazos de visas tipo B

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Estados Unidos continúa siendo uno de los destinos más populares del mundo tanto para viajes de placer como de negocios. Cada año, el país recibe entre 40 y 60 millones de viajeros internacionales, de los cuales América Latina aporta entre 11 y 13 millones. Sin embargo, para la mayoría de los países sudamericanos, obtener la visa tipo B, que permite el ingreso temporal por motivos turísticos o comerciales, sigue siendo un proceso desafiante.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó recientemente un ranking con los países sudamericanos que presentan las tasas más altas de rechazo de visas tipo B, evidenciando las barreras que enfrentan los solicitantes de la región.

Venezuela: el país con mayor tasa de rechazo

Con una tasa de rechazo del 37,40%, Venezuela ocupa el primer lugar en este ranking. Según los expertos, la inestabilidad social, económica y política que atraviesa el país lo convierte en un foco de alto riesgo para la inmigración ilegal. La ONU estima que alrededor de 8 millones de venezolanos emigraron durante la última década en busca de mejores condiciones de vida, lo que refuerza la percepción de riesgo migratorio.

Además, las tensiones diplomáticas entre el régimen de Nicolás Maduro y Estados Unidos, junto con sanciones impuestas al gobierno venezolano, intensifican el escrutinio hacia los solicitantes de visa. Este contexto afectó tanto a funcionarios gubernamentales como a ciudadanos comunes, quienes enfrentan un proceso cada vez más complejo y restrictivo.

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Otros países con altas tasas de rechazo

En el segundo puesto se encuentra Ecuador, con un 36,99% de rechazos, seguido de Guyana, con un 34,25%. Ambos países comparten economías frágiles, lo que dificulta que los solicitantes puedan demostrar vínculos sólidos con su país de origen, como la estabilidad laboral o propiedades que aseguren su retorno.

Bolivia se posiciona en cuarto lugar con una tasa de 28,93%, reflejo de los desafíos políticos que enfrentó en los últimos años. Colombia, por su parte, tiene un índice del 24,70% y destaca como un caso particular. Aunque aporta un alto número de viajeros a Estados Unidos, su elevada cantidad de ciudadanos viviendo como indocumentados (237.000 según datos oficiales) influyó significativamente en los criterios de evaluación migratoria.

Argentina y Uruguay, los países con menores rechazos

En el extremo opuesto del ranking, Uruguay lidera como el país con menor tasa de rechazos de la región, con un 2,63%. Este porcentaje podría reducirse aún más si el país logra ingresar al Programa de Exención de Visa (VWP), al cual ya pertenece Chile.

Argentina, pese a su prolongada crisis económica, registra un bajo índice de rechazos del 8,90%, situándose en el penúltimo lugar del ranking. Esto demuestra que, a pesar de las dificultades financieras, los argentinos logran presentar documentación suficiente para justificar su regreso al país tras la visita a Estados Unidos.

Por su parte, Brasil, el otro gigante sudamericano, tiene una tasa del 15,48%, ubicándose dos lugares por delante de Argentina, mientras que Paraguay y Perú registran tasas de 18,09% y 21,30%, respectivamente.

Factores clave para la aprobación de la visa

Las autoridades migratorias de Estados Unidos consideran múltiples factores al evaluar las solicitudes de visas tipo B. Entre ellos, destacan:

Evidencia de vínculos sólidos con el país de origen: Demostrar estabilidad laboral, propiedad de bienes o responsabilidades familiares puede marcar la diferencia.

Capacidad económica: Contar con ingresos comprobables suficientes para cubrir los costos del viaje es crucial.

Cumplimiento de requisitos documentales: Presentar toda la documentación en orden y evitar inconsistencias es fundamental para evitar rechazos.

Historial migratorio limpio: Los solicitantes con antecedentes de estancia ilegal o problemas migratorios enfrentan mayores probabilidades de rechazo.

Perspectivas para la región

El control migratorio seguirá siendo una prioridad para Estados Unidos, lo que implica que los países sudamericanos deberán trabajar en mejorar sus relaciones bilaterales y en fomentar condiciones que favorezcan a sus ciudadanos en estos procesos. Uruguay, con su posible incorporación al VWP, y Chile, que ya forma parte del programa, se posicionan como modelos para la región en términos de facilidades para viajar a Estados Unidos.

Mientras tanto, países como Venezuela, Ecuador y Guyana enfrentan grandes desafíos para reducir sus tasas de rechazo y superar los obstáculos socioeconómicos y políticos que dificultan la movilidad internacional de sus ciudadanos.