El aumento de la tasa turística en Cataluña, anunciado el pasado 27 de febrero, aún no ha sido aprobado oficialmente, ya que sigue pendiente de negociaciones tanto en el Parlamento catalán como con el sector turístico.
El gobierno autonómico planea duplicar el impuesto sobre pernoctaciones, lo que podría elevar la tasa en Barcelona hasta los 12 euros por noche. Sin embargo, la medida no se incluyó en el orden del día del Consell Executiu de la Generalitat del 11 de marzo, lo que retrasa su aprobación y aplicación.

En años anteriores, las modificaciones en esta tasa se han integrado en la Ley de Acompañamiento de Presupuestos, lo que requiere el aval del Parlamento. En este contexto, el gobierno de Salvador Illa, que se encuentra en minoría, depende del respaldo de sus aliados políticos para sacar adelante la iniciativa.
El sector turístico, representado por diversas entidades como la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Cataluña (ConfeCat), la Federación Catalana de Campings y el Gremio de Hoteles de Barcelona, ha manifestado su rechazo a la medida, argumentando que podría afectar la competitividad del destino y desincentivar la llegada de turistas.
Las negociaciones continúan abiertas, con posturas encontradas entre los grupos parlamentarios y el sector privado, en un contexto en el que el gobierno busca aumentar la recaudación sin perjudicar la industria turística, uno de los pilares económicos de la región.