La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) ha publicado la Nota Técnica “Una introducción al sector de los biocombustibles en América Latina y el Caribe”, donde analiza el papel estratégico de estos combustibles en la reducción de emisiones y la transición hacia una matriz energética más limpia en la región.
En un escenario global que demanda soluciones sostenibles, los biocombustibles de bajo carbono se presentan como una alternativa clave para la descarbonización de sectores como la aviación, el transporte pesado y el marítimo, donde la electrificación aún enfrenta desafíos tecnológicos y económicos.
Según el informe, Brasil lideró la producción regional en 2023, representando el 93% del total, gracias a su disponibilidad de recursos naturales, capacidad agroindustrial y experiencia consolidada en la producción de bioetanol y biodiésel. Durante la última década, la producción de biodiésel en América Latina creció un 163%, mientras que la de bioetanol aumentó un 36%.
Los biocombustibles avanzados, como el SAF (Sustainable Aviation Fuel) y el HVO (Hydrotreated Vegetable Oil), son considerados esenciales para reducir las emisiones en la aviación y el transporte marítimo. Sin embargo, para potenciar su impacto en la región, es necesario fortalecer los marcos regulatorios, mejorar la infraestructura logística y garantizar la trazabilidad en la cadena productiva.
OLADE destaca que alcanzar la carbono neutralidad en 2050 requerirá un aumento del 360% en la producción regional de biocombustibles líquidos, alcanzando los 172.990 millones de metros cúbicos. Para ello, la organización reafirma su compromiso con el desarrollo de estrategias integrales que faciliten la transición energética y refuercen la seguridad energética en América Latina y el Caribe.
