España apuesta fuerte por sus raíces, su territorio y su riqueza cultural a través de la creación de la Red de Pueblos Gastronómicos de España, un proyecto que promete descentralizar el turismo, revitalizar zonas rurales y exaltar la tradición culinaria. Para conocer más sobre esta innovadora iniciativa, conversamos con su presidente, Fernando Valmaseda, reconocido experto en comunicación turística, quien compartió los detalles, el propósito y los primeros pasos de esta red que ya está generando impacto nacional e internacional.
“La Red de Pueblos Gastronómicos de España nace con la vocación de unir lo mejor de dos mundos: el turismo y la gastronomía, en los territorios que muchas veces no están en el foco de los grandes circuitos turísticos”, explica Valmaseda. “Este proyecto es ilusionante, innovador y pionero, porque busca vertebrar el país a través de sus pueblos, destacando su autenticidad y excelencia”, subraya.
Un criterio riguroso para formar parte de la red
Uno de los puntos clave que Fernando destacó es la rigurosidad con la que se elige a los municipios integrantes. De los 8.863 pueblos que hay en España, la Red ha implementado un sistema de auditoría con una puntuación sobre 100, en la que cada municipio debe alcanzar al menos 70 puntos para ser considerado.

Los criterios se dividen en dos grandes ejes: turismo y gastronomía. Desde el punto de vista turístico, se valora la existencia de patrimonio histórico, cultural, natural y arquitectónico, así como la presencia de fiestas tradicionales, folclore y servicios que garanticen una experiencia completa para el viajero, con posibilidades de pernoctación y disfrute pausado del destino.
En cuanto al eje gastronómico, el foco está en que el pueblo tenga productos autóctonos y productores locales, así como la conservación de recetas tradicionales transmitidas de generación en generación. “Buscamos los sabores de siempre, los platos que nos conectan con nuestras raíces, esa cocina de puchero, de mantel, que se ha mantenido viva gracias a la tradición oral y el amor por el territorio”, afirma.
Actualmente, ya hay 8 municipios oficialmente integrados, 32 que han firmado su carta de adhesión, y 102 solicitudes más en espera de auditoría. “Esto habla del entusiasmo y del reconocimiento que está teniendo el proyecto desde su lanzamiento oficial el pasado 10 de abril”, destaca el presidente.
Descentralización del turismo y revalorización del interior

Uno de los grandes objetivos de la red es promover un turismo más equilibrado y sostenible, que no se concentre solo en las zonas de costa. “De los casi 100 millones de turistas que visitan España, el 85% se quedan en las zonas costeras. El interior sigue siendo una asignatura pendiente”, asegura Valmaseda.
La Red de Pueblos Gastronómicos busca precisamente cambiar esa lógica, visibilizando el potencial de los pueblos del interior, atrayendo al visitante a través de experiencias auténticas y diferenciadoras, y generando desarrollo económico local. “Queremos que el viajero no pase de largo, sino que se detenga, conozca, coma, compre, duerma… y se lleve una experiencia inolvidable”, enfatiza.
Involucrar a las nuevas generaciones: una estrategia clave
Consciente de que el futuro del turismo está en las nuevas generaciones, el proyecto ha creado una narrativa visual y digital pensada para conectar con el público joven. Así nacieron Fogón y Candela, dos personajes ilustrados que serán la cara visible del proyecto en redes sociales, medios y acciones promocionales.
“Y estamos pensando en un tercer personaje, Pepinillo, que representará a ese público entre 20 y 35 años: jóvenes trabajadores, que viajan, comen fuera, buscan escapadas y tienen poder de decisión”, agrega.
Además, el plan incluye acciones educativas y de formación, con el objetivo de conectar el mundo rural con los jóvenes, no solo como visitantes, sino también como protagonistas de su desarrollo. “A esa España despoblada –que a mí no me gusta llamar vaciada– hay que mostrarle oportunidades. Y los jóvenes son clave para revertir esa realidad”, afirma Fernando.

Un balance muy positivo en las primeras semanas
A solo dos semanas del lanzamiento oficial, el balance es más que alentador. “Hemos tenido más de 150 apariciones en medios de comunicación nacionales e internacionales. Todos los días recibimos nuevas solicitudes de pueblos interesados. Y el lunes próximo celebraremos la primera reunión del consejo de socios para definir la hoja de ruta a corto y mediano plazo”, adelantó Valmaseda.
Entre las acciones inmediatas, se destacan:
- Cursos de formación para profesionales del sector turístico y gastronómico.
- Implementación de tecnología de vanguardia para destinos rurales.
- Gamificación de la experiencia turística en cada municipio.
- Un potente plan de comunicación y promoción nacional e internacional.
- Creación de comisiones de asesoramiento integradas por alcaldes.
- Newsletter mensual para comunicar avances y novedades.
- Reuniones rotatorias por todo el país entre los pueblos integrantes.
- Sinergias con otras redes y asociaciones, como Pueblos Mágicos de México o iniciativas de aldeas históricas en Portugal.
“Nuestro modelo es horizontal. Los alcaldes son socios fundadores con voz y voto. No venimos a imponer, sino a construir juntos”, remarca Fernando, quien también destaca que la asociación no tiene fines de lucro. “Eso nos permite enfocarnos en la excelencia, sin presión económica, y evitar modelos clientelistas. Aquí no hay ‘cepillo’ que pasar. Hay proyectos que cumplir”, señala con firmeza.

Una visión clara para el futuro
Con una planificación sólida y una gran acogida en sus primeros días, la Red de Pueblos Gastronómicos de España se proyecta como un modelo exportable, que ya ha despertado interés en otros países como México y Portugal.
“España tiene todos los productos turísticos del mundo, y en el interior está su mayor tesoro aún por descubrir. Esta red no solo busca atraer visitantes, sino también devolverle la dignidad, el valor y el futuro a nuestros pueblos. Eso es lo verdaderamente mágico del proyecto”, concluye Fernando Valmaseda.