A las puertas de la temporada alta, crece la preocupación por la sostenibilidad del modelo turístico en las Islas Baleares. El portavoz parlamentario del PSIB-PSOE, Iago Negueruela, ha lanzado una dura crítica al Govern de Marga Prohens por adoptar medidas que, según él, «agravan la saturación turística» en lugar de frenarla.
En una rueda de prensa celebrada este lunes, Negueruela denunció que el propio Ejecutivo autonómico reconoce la sobrecarga turística en las islas cada verano, pero, contradictoriamente, impulsa políticas que van «en dirección contraria» a las soluciones necesarias. “En verano hablan de saturación y en otoño le cambian el nombre por congestión, pero no hay acción real para revertir la tendencia”, afirmó.
145.000 nuevas plazas turísticas y construcción en suelo rústico: las críticas del PSIB
El portavoz socialista puso el foco en decisiones clave como la legalización de 145.000 plazas de alquiler turístico o la permisividad para construir en suelo rústico, algo que considera especialmente perjudicial para el equilibrio territorial y ambiental de las islas. “Estas decisiones condicionan el futuro del turismo y la habitabilidad en el archipiélago”, advirtió.
Desde la óptica del turismo sostenible, Negueruela criticó que estas medidas no han sido debatidas con expertos ni organismos vinculados a la sostenibilidad: “No han pasado por ninguna mesa técnica ni cuentan con consenso social. El único acuerdo que tiene el Govern es con Vox, y eso se está reflejando en todos los ámbitos, incluido el turístico”.
El turismo, sin consenso ni sostenibilidad
Uno de los puntos más polémicos señalados por el PSIB es la falta de planificación a medio y largo plazo en materia turística: “Nada de lo que se recoge en los decretos aprobados por Prohens está en el pacto por la sostenibilidad de 300 páginas que tanto prometieron. Este Govern ha optado por improvisar y complacer intereses concretos, dejando de lado el bien común”, denunció.
Para los socialistas, este modelo “descontrolado” no solo tensiona los recursos naturales y los servicios públicos, sino que además pone en riesgo la experiencia del visitante. “Un destino turístico sobresaturado pierde atractivo, y eso lo acabaremos pagando todos: trabajadores, residentes y visitantes”.
Acceso a la vivienda y convivencia con el turismo
Negueruela también relacionó la política turística con la crisis de acceso a la vivienda que afecta a la clase media y trabajadora. Criticó la promoción de hasta 20.000 viviendas de precio libre que, según él, no están pensadas para los residentes locales, sino para inversores. “Ni los jóvenes ni las familias trabajadoras podrán acceder a esas viviendas. Son medidas para una minoría”, aseguró.
Una llamada al diálogo y a la responsabilidad
A pesar del tono crítico, el PSIB se mostró abierto a una rectificación por parte del Govern: “Hay tiempo para reconducir el rumbo, pero se necesita voluntad política y participación real de todos los actores sociales y económicos”, recalcó.
Por último, Negueruela llamó a la ciudadanía a reflexionar sobre el modelo turístico que quiere para las islas. “No se trata de estar en contra del turismo, sino de gestionarlo bien, pensando en la calidad de vida de quienes vivimos aquí y en la experiencia de quienes nos visitan. Solo así Baleares seguirá siendo un destino líder, pero también habitable y sostenible”.