El Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el INDEC reveló un aumento del 2,8% en abril de 2025, acumulando un 11,6% en lo que va del año y un 47,3% interanual. La división con mayor aumento mensual fue Restaurantes y hoteles (+4,1%), impulsada por subas en alimentos y bebidas fuera del hogar, seguida por Recreación y cultura (+4,0%).
Pese al impacto de la Semana Santa en abril, en muchos destinos —como la costa atlántica— los precios se mantuvieron en niveles de temporada baja ante la falta de demanda.
Un empresario de la Patagonia con un hotel 5 estrellas explicó que la rentabilidad es crítica: en el último año, las tarifas subieron solo un 29% en dólares, mientras que los costos aumentaron un 118%. Aún más alarmante, entre abril de 2023 y 2025, la inflación acumulada fue del 613% y los salarios básicos subieron alrededor del 1.100%.

El empresario también advirtió sobre restricciones sindicales a la productividad, altos costos operativos y la unificación de salarios al nivel de CABA, lo que implicó subas de hasta 20% adicionales en el interior del país. En el mismo período, el dólar MEP —referencia para tarifas hoteleras— pasó de $436 a $1.183, un alza del 170%, muy por debajo del aumento de costos.
Desde Villa Gesell, el hotelero Emiliano Felice coincidió en que la retracción tarifaria y el alza de costos están afectando a toda la hotelería de la costa. “Mantener una piscina climatizada en invierno con baja ocupación es trabajar a pérdida”, advirtió. A pesar del feriado de Semana Santa, las tarifas no se sostuvieron como en años anteriores, y debieron mantenerse en valores de temporada baja por falta de demanda.
En todas las regiones, Alimentos y bebidas no alcohólicas incidieron fuertemente en el IPC, con un alza del 2,9%, particularmente en el rubro Carnes.