Cambios en ciudadanía italiana complican el sueño de millones

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El reciente Decreto-Ley 36/2025, aprobado por el Parlamento italiano el 20 de mayo, restringe severamente la obtención de la ciudadanía italiana para descendientes de italianos en todo el mundo. Solo hijos y nietos de italianos que nunca hayan tenido otra nacionalidad podrán tramitar la ciudadanía por la vía administrativa, dejando fuera a millones de descendientes.

Luana Bastos, directora de Travessia Cidadania y especialista en ciudadanías europeas, denuncia que la norma, adoptada de forma repentina, es inconstitucional y viola derechos fundamentales como la igualdad y la irretroactividad de las leyes. “El Ius Sanguinis reconoce que la ciudadanía italiana se transmite por sangre. No se puede quitar un derecho adquirido”, señala Bastos.

La nueva medida otorga un plazo de un año para que menores nacidos después de marzo de 2025 sean registrados, mientras que bisnietos y generaciones posteriores solo podrán recurrir a la vía judicial. Para los ya inscritos en listas consulares o con solicitudes en curso, no habrá cambios inmediatos.

La alternativa para la mayoría de los descendientes será recurrir a la justicia italiana. “Ya presentamos acciones judiciales bien fundamentadas junto a juristas italianos”, afirma Bastos. Ella misma logró su ciudadanía por vía materna tras acudir a la justicia en 2016, y hoy alienta a los descendientes a no renunciar a este derecho.

La ciudadanía italiana abre las puertas a vivir y trabajar en los 27 países de la UE, exención de visados para 194 países y acceso a beneficios sociales y educativos. Travessia Cidadania, con sedes en Brasil y Europa, continúa ofreciendo asesoría y acciones judiciales para quienes sueñan con la doble ciudadanía.