La Unión Europea pondrá en marcha, desde el 12 de octubre, un nuevo sistema digital de entrada y salida para ciudadanos de terceros países que reemplace progresivamente el sello de pasaporte. La medida se aplicará en 29 países de la UE y el espacio Schengen.
Durante un período de seis meses, los estados miembros comenzarán a registrar datos biométricos (huellas dactilares, imagen facial, datos de viaje) de manera progresiva. La medida busca mejorar la gestión de fronteras exteriores, detectar excesos de estancia y evitar fraudes de identidad.

Desde la Comisión Europea aseguraron que el sistema automatizado facilitará los viajes, aumentará la seguridad y cumplirá con los más altos estándares de protección de datos personales.