La privilegiada geografía de Panamá, con costas en el Pacífico y el Caribe, se consolida como escenario ideal para el turismo de surf, un segmento que, según Statista, alcanzará los 17.100 millones de dólares en 2032, con un crecimiento anual del 6 % entre 2025 y 2032.
En el último mes, el país ha sido sede de dos fechas del Grand Tour de la Asociación Latinoamericana de Surf (ALAS) en Bocas del Toro y Playa Venao, atrayendo a unos 300 surfistas acompañados de entrenadores, familiares y amigos. Para Bruno Sánchez, presidente de la Asociación Panameña de Surf (APS), este tipo de eventos son una “gran vitrina internacional” que posiciona a Panamá en el mercado global.

Además de las olas, el país ofrece una excelente conectividad a través del Aeropuerto de Tocumen y condiciones seguras para la práctica de este deporte. Según la APS, este tipo de turismo suele atraer a visitantes de alto poder adquisitivo, que además de surfear, consumen servicios locales como alojamiento, gastronomía y excursiones.
El entrenador de la Selección Nacional de Surf, Diego Naranjo, destaca playas como Venao, Santa Catalina, Morillo, Chame y Bocas del Toro, e insiste en la necesidad de intensificar la promoción internacional para consolidar a Panamá como destino de referencia. Con más de 2.400 kilómetros de costas y paisajes tropicales, el país tiene condiciones idóneas para crecer en este segmento especializado.