El Departamento de Transporte de Estados Unidos anunció una reducción del 10% en la capacidad de vuelos en 40 de los aeropuertos más transitados del país a partir de este viernes, debido a la falta de personal en el control aéreo provocada por el prolongado cierre parcial del Gobierno federal.
El cierre, que comenzó el 1 de octubre, ya es el más largo en la historia del país, superando los 35 días registrados durante la administración de Donald Trump en 2018-2019. La medida fue impulsada por el secretario de Transporte, Sean Duffy, quien explicó que existe un déficit superior a 2.000 controladores aéreos, muchos de los cuales abandonaron sus puestos tras un mes sin percibir sus salarios.
El cierre del Gobierno afecta a la mayoría de los servicios públicos, salvo aquellos considerados esenciales. Ante este escenario, las principales aerolíneas estadounidenses manifestaron su preocupación por el impacto que tendrá la reducción de operaciones.
Desde Southwest Airlines indicaron que están “evaluando cómo las restricciones planificadas afectarán nuestro cronograma” y pidieron al Senado “resolver de inmediato el impasse para restaurar el sistema nacional del espacio aéreo a su plena capacidad”.
En tanto, la organización Airlines for America, que agrupa a varias compañías aéreas, señaló que trabaja junto al Gobierno para comprender el alcance del nuevo mandato y “mitigar los impactos para pasajeros y cargadores”.
Mientras tanto, aeropuertos como Phoenix (Arizona) y Newark (Nueva Jersey) —que da servicio al área de Nueva York— ya registran retrasos en vuelos internacionales y se advierte a los pasajeros sobre posibles esperas de hasta tres horas.


