Tensión en el turismo social por los programas paralelos al Imserso

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El debate sobre los viajes sociales volvió a encenderse en Santander durante el II Encuentro Nacional de Agencias de Viajes, donde numerosas agencias manifestaron su preocupación por los programas turísticos que algunas comunidades autónomas están desarrollando en paralelo al Imserso. Según expresaron, estas iniciativas estarían canibalizando la demanda, afectando la rentabilidad y alterando el sentido original del turismo social: permitir que personas con limitaciones económicas o sociales puedan viajar.

Irene Ravelo, vicepresidenta de ACAVYT, advirtió que muchos de estos proyectos “no son equiparables al turismo social”, ya que se convierten en herramientas políticas que terminan presionando el tejido turístico de los destinos y desplazando productos que sí cuentan con márgenes razonables. La crítica se repitió entre varias agencias del sector, que remarcaron que la proliferación de propuestas paralelas desvirtúa el modelo tradicional del Imserso.

En contraste, Sara Fernández, directora general de Grupo Gea, propuso mirar estos programas como una posible oportunidad si se diseñan de manera conjunta entre administraciones y actores turísticos. Planteó la necesidad de una mesa de trabajo común, acompañada de financiación pública, para que las iniciativas realmente complementen la oferta existente sin perjudicar a las agencias.

La CEAV también expresó reparos. Su vicepresidente segundo, José Manuel Lastra, señaló que además del solapamiento entre programas, existe un descontrol administrativo que deriva en beneficios para viajeros que no pertenecen a las comunidades que financian los proyectos. Esto, afirmaron, termina dañando la sostenibilidad económica de las agencias.

El presidente de CEAV, Carlos Garrido, cerró recordando que la organización creó un comité específico para analizar este tipo de propuestas y que han rechazado colaborar con varias comunidades al considerar que sus modelos apuntaban a una tendencia canibalizadora, alejándose del espíritu de cooperación que requiere el turismo social.