Grupo Aeroméxico anunció que incorporará a finales de 2027 una nueva categoría de asientos denominada “Business Economy”, diseñada para captar a viajeros que buscan mayor comodidad sin llegar al costo de los asientos totalmente reclinables. La configuración incluirá alrededor de 30 plazas, lo que requerirá la eliminación de entre seis y ocho asientos tradicionales. Según el director general, Andrés Conesa, se trata del segmento “con mayor oportunidad” para la compañía.
La aerolínea también impulsa una estrategia de fidelización más ambiciosa. El objetivo es que el programa de lealtad, que hoy representa cerca del 30% de la cabina, alcance el 50% en los próximos cuatro o cinco años. Este plan se complementa con mejoras en servicios en tierra, a bordo y en salones VIP.

El anuncio se produce tras la reciente captación de 300 millones de dólares mediante una oferta pública inicial y una colocación privada, fondos que permitirán renovar cabinas en los Boeing 787 y modernizar los espacios premium. Estas inversiones forman parte del proceso de expansión que Aeroméxico impulsa después de haber salido de la bancarrota en 2022.
Conesa y el director financiero, Ricardo Sánchez Baker, minimizaron el impacto de la orden del Departamento de Transporte de Estados Unidos que exigía disolver la alianza con Delta Air Lines antes del 1 de enero. La medida quedó suspendida temporalmente por un tribunal, permitiendo que la colaboración continúe. Delta mantiene cerca del 20% de participación en Aeroméxico, presencia en su consejo directivo y vínculo en los programas de lealtad, elementos que seguirán vigentes como eje estratégico para ambas compañías.


