Pastaza emerge como uno de los destinos más completos y pluriculturales de la Amazonía ecuatoriana, con una combinación única de biodiversidad, aventura, tradición ancestral y propuestas de sanación que atraen a viajeros de todo el mundo. Así lo destacó Valeria Pozo, directora de Turismo de la provincia, durante una entrevista con Tres60.Travel, donde presentó las fortalezas de un territorio que busca mayor visibilidad internacional.
Pozo recordó que Pastaza es la provincia más extensa de Ecuador y funciona como “las puertas de la Amazonía”, un corredor natural que combina ríos, cascadas, dos parques nacionales —Yasuní y Sangay— y una riqueza cultural que reúne a siete de las 14 nacionalidades indígenas del país. “Somos una de las provincias más pluriculturales, con más del 70% del territorio conservado. Aquí el viajero encuentra selva, aventura, gastronomía, cultura y la calidez de nuestra gente”, explicó.
Entre las actividades más demandadas destacan el rafting, canyoning, recorridos por cavernas, descenso en cascadas y visitas a comunidades, experiencias que permiten conocer de cerca la vida cotidiana de los pueblos originarios, su gastronomía y sus tradiciones. Pero uno de los productos que más interés genera en los últimos años es el turismo de sanación, basado en prácticas ancestrales como la ayahuasca y la guayusa, que actualmente se desarrollan bajo protocolos científicos y acompañamiento psicológico. “Es un turismo seguro, dosificado y trabajado con criterios profesionales. Muchas personas llegan buscando ayuda terapéutica para tratar ansiedad o depresión”, sostuvo la funcionaria.
Pozo señaló que Pastaza busca consolidarse en mercados internacionales, aunque el principal desafío sigue siendo la promoción. “Cuando un extranjero piensa en Ecuador, normalmente solo identifica Galápagos o parte de la Amazonía Norte. Pastaza aún no aparece en ese mapa, y por eso queremos llevar nuestra cultura y oferta turística a otros países”, aseguró. Si bien la provincia no cuenta con aeropuerto propio, su conectividad terrestre facilita el acceso desde Quito, Guayaquil o Cuenca en un promedio de cuatro horas. “Somos un destino accesible, seguro y con precios muy competitivos. Con 50 dólares por día, un visitante puede disfrutar grandes experiencias”, agregó.
La sostenibilidad y la inclusión son pilares clave en su estrategia turística. Además de promover el respeto por las comunidades originarias, Pastaza impulsa proyectos de turismo inclusivo. Uno de los hitos más recientes fue la certificación de los primeros guías sordos del Ecuador, iniciativa liderada por la prefectura. “Queremos convertirnos en un destino inclusivo para personas con discapacidad auditiva. Existen más de 130 asociaciones de personas sordas en el mundo, y creemos que Pastaza puede ser un referente para recibir a ese público”, destacó.
Con una oferta que abarca naturaleza, aventura, cultura, espiritualidad y experiencias auténticas, Pastaza trabaja para posicionarse como un destino integral. Pozo invitó a los viajeros a conocer más sobre la provincia en pastaza.travel, donde se encuentra disponible la oferta completa de atractivos, alojamientos y restaurantes. “Pastaza lo tiene todo. Es un destino de paz, seguro, diverso y preparado para recibir a cada visitante con los brazos abiertos”, concluyó.
