El 2025 marcó un punto de inflexión para el turismo chileno, con cambios profundos en la forma de planificar, elegir destinos y vivir las experiencias de viaje. Así lo revela el informe COCHA Travel Insights, que registra un crecimiento del 38 % en los viajes respecto de 2024, impulsado por una mirada más estratégica, una mayor diversidad de intereses y una clara búsqueda de viajes con sentido y propósito.
Uno de los datos más relevantes del año fue la ruptura de la estacionalidad tradicional. Entre junio y septiembre se concentró el mayor movimiento turístico, reflejando una demanda sostenida a lo largo del año. Según Daiana Mediña, head de Brand & PR de COCHA, la anticipación fue clave: los viajeros compararon más, ajustaron presupuestos y aprovecharon nuevas rutas, especialmente durante eventos de la industria y campañas de e-commerce.
El mapa de preferencias mostró un equilibrio entre playas, grandes ciudades y viajes familiares. En paquetes turísticos, Punta Cana y Cancún lideraron la demanda, seguidos por Río de Janeiro, Madrid y Orlando. En vuelos, las rutas más solicitadas fueron Buenos Aires, Madrid, São Paulo, Río de Janeiro y Lima, mientras que en hotelería destacaron Miami, Orlando, Madrid, Barcelona y Buenos Aires, destinos valorados por su conectividad, oferta cultural y opciones gastronómicas.
El Caribe vivió un nuevo auge, con fuertes crecimientos en Punta Cana, Cancún, Curazao, Jamaica y Cartagena de Indias, mientras que Sudamérica recuperó dinamismo gracias al regreso de destinos como Buenos Aires, Lima y Montevideo. En este contexto, se consolidó uno de los fenómenos del año: los viajes cortos, con estancias de dos a cuatro noches, especialmente elegidos por mujeres, parejas y grupos de amigos que aprovecharon fines de semana largos y promociones digitales.
El formato all inclusive volvió a posicionarse como favorito entre las familias, con Punta Cana y Cancún destacados por su relación precio-experiencia. A la par, los cruceros mostraron un crecimiento significativo, con mayor interés en itinerarios por el Caribe Oriental, el Mediterráneo, Alaska y Sudamérica, y una demanda creciente por barcos de nueva generación y propuestas temáticas.
Otra de las grandes tendencias fue la consolidación del multidestino como alternativa eficiente. Según COCHA, rutas como Santiago–Madrid–Roma o Santiago–Madrid–París resultaron más económicas que los itinerarios tradicionales, con ahorros promedio de entre USD 500 y 700 por pasajero. Esta lógica se reflejó también en los eventos de ventas online, donde los destinos más comprados combinaron cercanía, conectividad y alta demanda estacional.
El segmento lujo alcanzó cifras históricas durante 2025. Destinos como Polinesia Francesa, Dubái, Japón, Maldivas y la Costa Turquesa de Turquía crecieron a doble dígito, impulsados por viajes de aniversario, celebraciones especiales y lunas de miel, con un perfil de viajero que planifica con mayor anticipación y prioriza experiencias exclusivas.
De cara a 2026, las proyecciones anticipan un mayor interés por experiencias auténticas, turismo de bienestar, contacto con la cultura local y una expansión sostenida del multidestino. También se prevé un crecimiento del Asia aspiracional, con Japón, Corea y Tailandia en alza; una Europa alternativa con destinos como Croacia, Turquía, Portugal y los países bálticos; y un Caribe emergente que sigue ganando protagonismo. En Sudamérica, aparecen en el radar destinos menos tradicionales como Mendoza, Recife, Salvador de Bahía, Curitiba y la Amazonía brasileña.
Según Mediña, la motivación para viajar es cada vez más emocional: descansar, reencontrarse, celebrar o descubrir algo distinto. En ese marco, el 2026 se perfila como un año de nuevas rutas y experiencias personalizadas, consolidando al 2025 como el inicio de una nueva forma de viajar para el mercado chileno.
