La aplicación de la nueva Ley de Movilidad Sostenible en España podría provocar un aumento de las tarifas de alta velocidad de Renfe, como consecuencia del endurecimiento del régimen de compensaciones por retrasos. La normativa obliga a indemnizar con el 50% del billete por demoras de 15 minutos y con el 100% a partir de los 30 minutos.
Según estimaciones de la compañía, el impacto económico de estas compensaciones alcanzaría los 125 millones de euros anuales, lo que obligaría a revisar al alza la política tarifaria para preservar la viabilidad financiera. La empresa calcula que los precios podrían incrementarse alrededor de un 10%.

Renfe advierte que la medida genera una asimetría regulatoria frente a otros operadores del mercado liberalizado, como Iryo y Ouigo, que se rigen por los estándares mínimos europeos, menos exigentes en materia de devoluciones. Esta diferencia podría provocar una pérdida de cuota de mercado en favor de la competencia.
Además del impacto económico, la operadora cuestiona la validez jurídica de la norma y sostiene que el endurecimiento de las compensaciones llega en un momento de mejora de la puntualidad del servicio. Pese a ello, la empresa mantiene abierta la vía legal para evitar la entrada en vigor de una medida que, a su juicio, pone en riesgo su equilibrio financiero.


