Chile completará en julio su cuarto mes consecutivo con el tráfico aéreo internacional reducido a menos del 5% del volumen previo a la pandemia (2019), como consecuencia del cierre de fronteras. En mayo, último mes reportado por la Junta Aeronáutica Civil (JAC), los pasajeros internacionales cayeron de 887.966 a menos de 33.500, una contracción de -96,2%. «Es una locura», graficó José Ignacio Dougnac, el presidente de la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (ACHILA) y gerente general de SKY Airline.
El panorama insostenible de la conectividad aérea de Chile -que repercute directamente en toda la cadena del turismo- fue expuesto por José Ignacio Dougnac, presidente de la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (ACHILA), en un foro online esta semana.
«En la industria aérea en Chile bajamos de 191.000 empleos en 2019 a menos de 70.000 empleos en 2020, que a la fecha no se han recuperado en absoluto, cayendo de US$ 7.200 de contribución al PIB en 2019 a US$ 2.584 millones en 2020; se perdió el 64% de la contribución del sector al PIB y 63% de los empleos«, señaló.
La pandemia «ha sido tremendamente difícil, pero muchos países han ido avanzando», mientras que Chile ha pasado en abril y mayo a ser el país con menos tráfico aéreo de la región, dijo el presidente de ACHILA.
Bioseguridad
Incluso, «es uno de los pocos países del mundo con restricciones al tráfico doméstico; muy pocas personas tenían derecho a trasladarse en avión dentro del país, con medidas sumamente estrictas que no están en consonancia con estudios científicos y medidas de bioseguridad en aviones».
Dougnac citó un estudio que cifra en «una en 27 millones» la posibilidad de contagiarse Covid-19 a bordo de un avión, teniendo en cuenta las capas de protocolos de bioseguridad y la capacidad de filtrado del aire.
Así, entre internacional y doméstico, «hemos perdido el 80% del tráfico, es una locura, debemos abrir ya; estamos tremendamente rezagados y en julio la operación no va a superar el 25%».
Según el último informe de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) «en el periodo enero-mayo fueron transportados 625.934 pasajeros con origen o destino internacional, con una caída del 75,6%, en comparación con igual periodo del año 2020».
Esta caída se acentuó a partir de abril, cuando se endureció el cierre de fronteras. El tráfico internacional en abril fue equivalente a 4,6% y en mayo al 3,8% del volumen de 2019.
En consonancia con el reclamo de otras gremiales de la industria de turismo y viajes en Chile, afirmó que persisten restricciones de movilidad «que no tienen sentido» porque «las personas vacunadas que llegan desde el extranjero no incrementan el efecto pandemia».
«Los chilenos tenemos prohibido salir de nuestro país, durante abril y mayo se cancelaron más de 2.200 vuelos y con el avance de la vacunación necesitamos tener mayor movilidad doméstica»
Para Oracio Márquez, de IATA, la nueva extensión del cierre de fronteras hasta el 25 de julio «no tiene justificación alguna y no está basada en el riesgo».
«El sector aéreo no es un vector significativo en la transmisión, sin embargo se mantiene muy restringido en Chile en materia fronteriza y de bioseguridad sin tener en cuenta la evidencia científica disponible», afirmó el representante de IATA, Oracio Márquez.
Esto, «afecta gravemente el derecho a la libre circulación de las personas y pone en jaque a la industria de viajes y el turismo».
«Tenemos crecientes niveles de vacunación en el país y a nivel mundial, las pruebas de Covid y el uso de mascarillas, eso es suficiente», sostuvo Márquez.
Propuso que sean aceptadas las pruebas de antígeno en el aeropuerto y que se eximan medidas restrictivas, especialmente de cuarentena, a quienes tengan prueba de vacunación.
Fuente: Hosteltur.com, Javier Lyonnet Bonti
