El ministro de Turismo de Brasil, Gilson Machado Neto, se reunió con la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados y le planteó la necesidad de profundizar los incentivos a la inversión en el sector aerocomercial. “Las aerolíneas no ven al país como un entorno favorable para los negocios», afirmó, y les pidió trazar acciones conjuntas para bajar las tarifas aéreas, lo que consideraron «el mayor problema» para el crecimiento de la actividad.
Uno de los ejes centrales de la gestión turística del Gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil estuvo puesto en el impulso de la conectividad nacional e internacional a partir de la flexibilización normativa, la reducción de la carga impositiva, la desburocratización y la privatización de los aeropuertos.
Y aunque este proceso se aceleró durante la pandemia como una manera de mitigar el duro impacto de la crisis en la actividad, y pese a las fuertes señales oficiales a favor del mercado, el empresariado todavía considera que las condiciones de Brasil no son las propicias para invertir.
Y así lo admitió la semana pasada el propio ministro de Turismo federal, Gilson Machado Neto, ante los miembros de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, en el marco de una audiencia pública para analizar las necesidades para asimilar de la mejor manera una próxima reapertura del turismo internacional.
“Las aerolíneas no ven a Brasil como un entorno favorable para los negocios”, aseguró el funcionario y pidió trazar estrategias conjuntas entre el Ejecutivo y el Legislativo para reducir los costos de los pasajes.
Es que, de acuerdo al funcionario, las tarifas aéreas son el mayor obstáculo para el crecimiento del turismo en Brasil y, en ese sentido, explicó: “Tenemos cuellos de botella, que identificamos junto con el Ministerio de Infraestructura, con la Casa Civil y un grupo de trabajo con aerolíneas y la Asociación Brasileña de Aerolíneas (Abear). Los precios de los billetes de avión son nuestro mayor problema en el turismo”.
Por eso, la cartera abrió el juego al Congreso para tratar distintas iniciativas, pero llevó a la mesa una muy concreta: crear un Índice de Precios al Consumidor (IPC) para seguir exclusivamente la evolución de las tarifas aéreas y, progresivamente, detectar sus movimientos.
Desde luego, Machado Neto destacó entre los principales escollos a la hora de trazar tarifas competitivas el costo del combustible: aseguró que este ítem representa el 32% de costo, en un mercado que a nivel mundial tiene un margen de ganancias cercano al 7%.
Durante el encuentro, el ministro enumeró una extensa lista de acciones que el Gobierno está llevando adelante para mitigar los impactos de la pandemia en el turismo y sostener la mayor cantidad de empresas y puestos de trabajo en pie para afrontar la reapertura en el plano internacional.
Siguiendo esa línea, y en conclusión, Machado Neto les dijo a los diputados: “Sé que aquí tenemos una sola ideología: la generación de empleos e ingresos a través del turismo en Brasil. Todos aquí se unen en el mismo pensamiento, independientemente del partido político”.
fuente: Hosteltur.com