A partir del 1 de septiembre de 2024, todos los aeropuertos de la Unión Europea estarán obligados a utilizar nuevamente máquinas de rayos X para la inspección del equipaje de mano de los pasajeros, debido a una nueva directiva de seguridad aérea de la UE.
Esta medida afecta incluso a aquellos aeropuertos que ya habían adoptado escáneres de nueva generación, conocidos como escáneres C3. Estos escáneres C3 permitían inspeccionar el contenido de las maletas sin la necesidad de que los pasajeros separen los líquidos en pequeñas botellas, eliminando algunas de las restricciones habituales sobre el transporte de líquidos en cabina.
Sin embargo, la UE prohibió estos dispositivos avanzados, justificando que no cumplen completamente con los estándares de seguridad requeridos. Según el Consejo Europeo de Aeropuertos Internacionales, ACI Europa, y la justificación de Bruselas, los escáneres C3 no son capaces de detectar material explosivo en líquidos que superen los 330 mililitros, lo que representa un riesgo significativo para la seguridad.
Con esta nueva normativa, se reinstauran las restricciones previas: los pasajeros deberán dividir perfumes, champús, cremas y otros líquidos en pequeños frascos de no más de 100 ml, guardarlos en bolsas de plástico transparente con una capacidad máxima de 1 litro y retirarlos de sus equipajes al pasar por los controles de seguridad con rayos X.
En cuanto a las dimensiones del equipaje de mano, no existe una norma fija a nivel europeo, pero la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) recomienda que no superen los 55 cm x 35 cm x 20 cm.
