Mientras los ministros de Transporte de la Unión Europea aprobaron modificaciones a la normativa sobre derechos de los pasajeros, las aerolíneas regionales alzaron la voz en contra del acuerdo. Según la Asociación Europea de Aerolíneas Regionales (ERA), las nuevas disposiciones no reflejan la realidad operativa del sector y podrían comprometer su viabilidad económica, especialmente en rutas consideradas esenciales para la conectividad europea.
Uno de los puntos más controvertidos es la modificación del umbral de tiempo para exigir compensaciones por retrasos, que pasa de tres a cuatro horas. Para ERA, esta medida es insuficiente, dado que el sector proponía una ventana de cinco horas que habría permitido salvar hasta el 70% de los vuelos cancelados con potencial de recuperación.

Además, critican que la normativa no contempla excepciones para vuelos con Obligación de Servicio Público (OSP), que operan con márgenes muy ajustados. La combinación entre el aumento de compensaciones (de 250 a 300 euros) y la falta de flexibilidad regulatoria representa una carga extra que, según ERA, podría poner en jaque la conectividad de regiones periféricas, como las islas Baleares, Melilla o rutas desde Badajoz en España.
Aunque desde la Asociación de Líneas Aéreas de España (ALA) se valoró la unificación de criterios por brindar mayor certidumbre, entidades como Airlines for Europe (A4E) señalaron que los cambios diluyen la propuesta original de la Comisión Europea, añadiendo complejidad sin resolver los desafíos reales del sector.
El debate continuará en el Parlamento Europeo, donde el sector espera ajustes que consideren las particularidades de las aerolíneas regionales y su rol estratégico en el transporte europeo.