La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Turismo y Andalucía Exterior, dio de baja casi 10.300 viviendas de uso turístico (VUT) entre 2024 y agosto de 2025. La medida forma parte de una estrategia de ordenamiento y control que busca equilibrar la oferta de alojamiento con la vida de los residentes y el modelo urbano de cada ciudad.
Según datos de la Dirección General de Ordenación Turística, Málaga lidera las cancelaciones con 3.812 viviendas (1.280 en la capital), seguida por Granada (1.807), Cádiz (1.352) y Sevilla (1.198). En total, las capitales provinciales concentran el 45% de las bajas registradas.
El consejero de Turismo y Andalucía Exterior, Arturo Bernal, destacó que el objetivo es consolidar un turismo que no solo piense en el visitante, sino que también ponga al residente como pieza clave en la planificación. “El trabajo conjunto con los ayuntamientos demuestra que este modelo de gestión ya está dando resultados”, aseguró.
Para avanzar en ese camino, la Junta firmó convenios de control de VUT con los municipios de Sevilla, Granada, Málaga, Cádiz, Jerez de la Frontera y Almería, y negocia acuerdos con Córdoba y otras localidades.
Marco normativo más estricto
La regulación se reforzó con la aprobación del Decreto 31/2024, que permite a los ayuntamientos limitar la cantidad de VUT en función de criterios urbanísticos, de sostenibilidad o de interés general. Además, el Decreto-ley 1/2025 introdujo medidas urgentes en materia de vivienda para dar mayor seguridad jurídica a las ciudades en la gestión de este tipo de alojamientos.
La Junta también impulsa inspecciones programadas, convenios de intercambio de información y herramientas digitales como el web scraping para detectar irregularidades.
Pedido al Gobierno central
Bernal volvió a reclamar la convocatoria de una Conferencia Sectorial de Turismo a nivel nacional para abordar la proliferación de VUT en España, un fenómeno que afecta a gran parte del territorio. “El turismo es una de las principales industrias del país, y sin embargo sigue sin ocupar el lugar que merece en la agenda del Gobierno central”, criticó.
Con este proceso, Andalucía busca consolidar un modelo turístico más sostenible y equilibrado, que genere oportunidades económicas sin desatender la calidad de vida de quienes habitan en las ciudades.