La comunidad autónoma de España fue el destino más visitado por los turistas nacionales en el tercer trimestre del año. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), recibió 9,6 millones de visitantes españoles durante el verano, el 17,1% por ciento del total. Le siguen Cataluña, con el 13,3%, y la Comunidad Valenciana, con el 12%. De esta manera, Andalucía se convierte en un destino clave para el turismo nacional, un segmento que ha propiciado la recuperación del sector tras las duras restricciones derivadas de la pandemia. Según el INE, la estancia media de los turistas que visitaron Andalucía fue de 6,3 pernoctaciones.
De otro lado, los andaluces fueron los terceros que más viajaron entre julio y septiembre, suponiendo el 14,7% del total de viajeros residentes en España. Solo fueron superados por los viajeros procedentes de Madrid (19,4% del total) y de Cataluña (17,4%). En total, se registraron 8,3 millones de viajes de residentes en Andalucía en el tercer trimestre, lo que supone un descenso del 10,26% en comparación con el mismo periodo del año anterior. La duración media de los viajes de los andaluces fue de 5,97 días, con un gasto de 2,7 millones de euros (un 17,09% más que en el mismo periodo del año anterior). Cada andaluz gastó de media 328 euros (31,4% más) y el gasto medio diario por persona fue de 55,12 euros (un 22,1% más).
Estas cifras no hacen más que confirmar el buen comportamiento del turismo este año, que se prevé cerrar con 31 millones de visitantes, una cifra que se acerca al dato histórico de 2019. El consejero del ramo, Arturo Bernal, aseguró a EFE que 2022 «ha devuelto la ansiada normalidad» a la industria del turismo después de dos ejercicios en los que las restricciones de movilidad «causaron estragos en esta actividad».
Bernal incidió en que el año no solo será bueno en cuanto al número de turistas, ya que «las variables de gasto y estancia media por persona van a alcanzar cifras históricas». En noviembre, ya avanzó que Andalucía iba camino de superar en 2022 los ingresos (22.600 millones) de 2019, gracias a estancias más amplias y al mayor gasto de los visitantes.
Eso «nos da una señal de que vamos en la buena dirección a la hora de atraer al turista que más le interesa al destino Andalucía», subrayó a pocos días de que acabe el año. Si bien «el turismo ya no es el mismo que el de antes de la pandemia», el consejero hizo hincapié en la «capacidad de resiliencia y anticipación» que ha demostrado el destino ante «este nuevo ciclo que se ha inaugurado».
En este sentido, dijo que los profesionales «han entendido y asimilado que este cambio de era en la industria pasa por una oferta más sostenible, accesible y de excelencia», una hoja de ruta en la que «han encontrado la complicidad» del Gobierno andaluz, que va a «trabajar de la mano» con ellos en iniciativas que mejoren el sector.
La eliminación de las restricciones sanitarias impulsó la demanda turística y las ganas de viajar han contrarrestado elementos de incertidumbre como la guerra en Ucrania o la inflación.
En cuanto al turismo internacional, se ha recuperado gradualmente, pero las cifras de algunos mercados relevantes para el destino, como el británico, aún no alcanzan los niveles prepandemia.
Durante el año ha habido momentos de decepción, como el puente de la Constitución-Inmaculada, en el que la lluvia aguó las previsiones de los empresarios, hasta situar la ocupación hotelera por debajo de lo previsto, especialmente el litoral. Entre los empresarios turísticos, la valoración del año es positiva, pero advierten de que los ingresos y la rentabilidad de las empresas no van a la par, y la culpa la tiene el aumento de los costes energéticos y de las materias primas.
El presidente de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (FAHAT), Juan Zapata, dijo a EFE que 2022 ha sido «en términos generales, positivo desde el punto de vista de la demanda, mejor que 2021 y un poquito peor que 2019, que es el año de referencia».
«Todavía seguimos con un gran peso de la demanda nacional», mientras que la internacional de corto radio está «alcanzando niveles aceptables» y todavía se «echa en falta» el turismo de largo radio, principalmente estadounidense y asiático. Para Zapata, el «quid de la cuestión es el aumento brutal de costes» sufrido desde marzo, «el más salvaje, el de los costes energéticos», que se ha disparado hasta más de tres veces lo que pagaban hasta ahora.
Fuente:larazon.es/
