Las autoridades aeronáuticas de Aruba decidieron extender por tres meses más la prohibición de vuelos comerciales de pasajeros, carga y aviación general desde y hacia Venezuela. La medida, anunciada a través de un comunicado del aeropuerto Internacional Reina Beatrix de Aruba, estará vigente hasta el próximo 16 de marzo de 2025.
Este anuncio representa una continuación de la política implementada desde julio de este año, cuando se decidió restringir el tráfico aéreo directo entre ambas naciones. Aunque las expectativas apuntaban a una pronta reapertura de fronteras, los nuevos plazos frustran los planes de normalización de vuelos en el corto plazo.
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Las recientes declaraciones de la primera ministra de Aruba, Evelyn Wever-Croes, habían alimentado las esperanzas de una pronta reapertura. En enero de este año, la funcionaria aseguró que se estaban llevando a cabo negociaciones activas entre las autoridades de aviación civil, aduanas e inmigración de ambos países, asegurando que “nunca antes habíamos estado tan cerca como ahora”.
Sin embargo, las expectativas se vieron frustradas por la extensión de la medida. Wever-Croes había adelantado la posibilidad de una apertura en el primer trimestre de 2025, pero los trámites técnicos y políticos parecen estar retrasando el proceso.
Impacto en el sector turístico
La decisión afecta directamente al turismo y comercio bilateral, sectores que dependen en gran medida de la conectividad aérea entre Aruba y Venezuela. Vicky Herrera de Díaz, presidenta de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), destacó que “el levantamiento de la suspensión implica una serie de procesos y trámites que probablemente demore algo”.
Proyecciones y reacciones
Con esta extensión, se reafirman las dificultades para establecer una conexión clave en el Caribe. Las esperanzas ahora están puestas en que las negociaciones entre ambos países puedan avanzar lo suficiente para garantizar el levantamiento de las restricciones a partir de marzo de 2025.
Mientras tanto, los actores del sector turístico y comercial seguirán enfrentando desafíos significativos, buscando alternativas para mantener activa la relación entre las dos naciones. La suspensión prolongada, según expertos, refleja la complejidad de la situación política y técnica que persiste en la región.