La región de Atacama está emergiendo como un epicentro del turismo deportivo, atrayendo a viajeros que buscan experiencias extremas en un entorno natural inigualable. Con su desierto árido, paisajes lunares y cielos despejados, este destino ofrece una amplia gama de actividades que combinan aventura, deporte y contacto con la naturaleza.
Entre los sitios más destacados, podemos encontrar:
Campos Dunares de Copiapó: adrenalina sobre la arena
Uno de los principales atractivos para los amantes del turismo deportivo es el Mar de Dunas de Copiapó, una vasta extensión de arena de 335 kilómetros cuadrados. Este escenario natural es ideal para la práctica del sandboard, especialmente en El Medanoso, la duna más alta de Chile, con una elevación de 500 metros sobre los Llanos de Llampo. Además, los visitantes pueden recorrer el lugar en vehículos 4×4 o realizar caminatas que permiten disfrutar del impresionante paisaje al atardecer.
En esta zona también se encuentra la histórica Mina San José, recordada por el rescate de los 33 mineros en 2010, lo que añade un componente cultural y de memoria histórica a la experiencia turística.

Chañaral de Aceituno: buceo con ballenas y avistamiento de pingüinos
Para los entusiastas del ecoturismo y la vida marina, Chañaral de Aceituno se ha convertido en un punto de referencia. Ubicado a 130 kilómetros de Vallenar, este sector es reconocido por ser uno de los mejores sitios en Chile para el avistamiento de cetáceos entre noviembre y mayo. Científicos, fotógrafos y turistas llegan de todo el mundo para observar a estas majestuosas criaturas en su hábitat natural.
La Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, que incluye las islas Chañaral, Choros y Damas, alberga la colonia más grande del mundo de esta especie, con aproximadamente 24.000 ejemplares. Durante la primavera, estos pingüinos se refugian entre la vegetación desértica, lo que ofrece un espectacular contraste con el paisaje costero.
Una de las experiencias más impactantes para los visitantes es la posibilidad de practicar buceo en estas aguas, donde la convergencia de diversas corrientes marinas genera un ecosistema submarino vibrante. La fauna incluye desde cardúmenes de castañeta y pejeperros hasta la posible interacción con ballenas blancas, azules o jorobadas.

Caleta Chañaral: entre la tradición y la aventura
A tan solo 10 kilómetros de la Isla de Chañaral, la caleta Chañaral de Aceituno es otro de los puntos imperdibles de la región. Este antiguo asentamiento de la cultura Changos, quienes utilizaban balsas de cuero de lobo marino, ha evolucionado en un destino turístico clave.
Actualmente, ofrece diversas actividades como paseos náuticos, buceo y la observación de fauna marina, incluyendo lobos marinos, delfines y ballenas. Además, la caleta es un punto de referencia gastronómica, donde los visitantes pueden degustar productos marinos frescos, destacando la riqueza culinaria de la zona.
La región de Atacama sigue ampliando su oferta turística, posicionándose como un destino imperdible para los viajeros en busca de desafíos deportivos y experiencias inolvidables en la naturaleza.
