Puerto Rico vive una explosión turística sin precedentes gracias a un fenómeno cultural: la histórica residencia del artista Bad Bunny, quien anunció 30 conciertos en San Juan como parte de su gira No Me Quiero Ir de Aquí. El impacto es inmediato: hoteles al 100%, vuelos agotados y un efecto económico estimado en más de USD 400 millones.
Según Discover Puerto Rico, más de 600.000 visitantes y más de 3.000 nuevos empleos dan cuenta de la magnitud del fenómeno. Se trata de la temporada más intensa en una década para la isla. Desde Chile, por ejemplo, Viajes Falabella reporta un aumento del 230% en búsquedas hacia el destino para julio, agosto y septiembre, meses que coinciden con la agenda del artista.

“El caso Bad Bunny es comparable al impacto que tuvo Taylor Swift en EE. UU. o Shakira en Colombia”, explica Hugo Avilés, de Viajes Falabella. La tendencia ha convertido a Puerto Rico en un polo de experiencias culturales: desde exposiciones dedicadas al artista hasta la creación de un diccionario para interpretar sus letras.
Con conciertos programados hasta el 14 de septiembre y una oferta turística en auge, Puerto Rico se consolida como un destino emergente que mezcla música, historia, identidad y playa. Agencias como Viajes Falabella ya preparan paquetes temáticos para quienes buscan vivir esta experiencia 360°, que trasciende el espectáculo musical y conecta con la autenticidad de la isla caribeña.