Durante la temporada estival de 2025, los hoteles de Barcelona registraron una ocupación del 86,5%, lo que representa un incremento de un punto porcentual respecto al año anterior. Este aumento refleja una recuperación sostenida del turismo tras los desafíos de los últimos años, con especial dinamismo proveniente de viajeros internacionales de mercados como Estados Unidos, Canadá y México.
A pesar de la mayor ocupación, los precios medios por noche descendieron ligeramente, situándose en 191,6 euros, dos euros menos que en 2024. Esta caída de tarifas se ha observado especialmente en hoteles de alta gama, quienes enfrentan una combinación de reservas de última hora y una demanda que, aunque creciente, todavía muestra cierta cautela en los turistas internacionales.
Los expertos del sector destacan que este ajuste de precios no afecta la calidad de la experiencia turística, sino que responde a una estrategia de adaptación a la competencia regional y a la búsqueda de atraer turistas que valoran tanto el lujo como la relación calidad-precio.
Además, los hoteleros han reforzado su apuesta por experiencias diferenciadas, incluyendo paquetes culturales, gastronómicos y de enoturismo, que buscan fidelizar a los visitantes y extender la estancia promedio en la ciudad. Estas acciones muestran un mercado que combina recuperación con innovación, adaptándose a un perfil de viajero más exigente y consciente del valor que recibe.
