El gobierno de Luis Arce anunció la organización de un foro internacional con el objetivo de invitar a nuevas aerolíneas a operar en Bolivia, en un intento por mejorar la conectividad aérea y mitigar los efectos negativos de la crisis que atraviesa la aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BoA). La compañía enfrentó una serie de problemas relacionados con la calidad de sus servicios, que incluyen demoras, cancelaciones y un reciente incidente con un motor que pudo haber tenido consecuencias trágicas.
Hiver Flores, viceministro de Turismo, reconoció que BoA «está pasando por algunos momentos críticos» y lamentó que esto esté afectando directamente al turismo en Bolivia. Flores indicó que la incorporación de nuevas aerolíneas contribuirá a mejorar la conectividad y aumentar la frecuencia de vuelos, lo cual es crucial para el sector turístico y para garantizar que tanto los viajeros nacionales como internacionales puedan llegar a sus destinos con seguridad y puntualidad.
Fundada en 2007, BoA fue la aerolínea dominante en el mercado interno de Bolivia, controlando el 86% de las rutas comerciales del país. Sin embargo, su desempeño fue cuestionado debido a un alto número de incidentes que incluyen al menos 580 vuelos cancelados y más de 2.000 retrasos solo en 2024, según un informe de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes. Estos problemas afectaron a más de 380.000 pasajeros, lo que ha generado una creciente presión sobre el gobierno para que se tomen medidas urgentes.
El incidente más grave ocurrió el 27 de enero de 2025, cuando un vuelo de BoA que debía cubrir la ruta Cochabamba-Santa Cruz experimentó una falla en uno de sus motores. Afortunadamente, los pilotos lograron abortar el despegue a tiempo y evacuar a los 137 pasajeros y siete miembros de la tripulación sin víctimas ni heridos. Sin embargo, el episodio dañó gravemente la imagen de la aerolínea y aumentó las críticas hacia el monopolio de BoA en el país.
Entre las voces que se alzaron en contra de la aerolínea estatal se encuentra la del senador de oposición Erick Morón, quien solicitó la eliminación del monopolio de BoA y ha instado al gobierno a permitir la competencia en el sector aéreo. «Necesitamos libre competencia para beneficio y seguridad de los bolivianos», declaró Morón, agregando que la falta de competencia está afectando la calidad de los servicios.
La Cámara de Senadores también tomó medidas al aprobar una minuta exigiendo la destitución del gerente de BoA y del director ejecutivo de la Dirección General de Aeronáutica Civil. El presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, subrayó que la falta de alternativas aéreas en Bolivia representa un riesgo para la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, por lo que se deben agilizar los trámites para la llegada de otras aerolíneas que puedan suplir la demanda.
La crisis financiera de BoA también contribuyó a la incertidumbre sobre su futuro. La aerolínea enfrenta deudas que ascienden a 38 millones de dólares, y se ha revelado que seis de sus 21 aeronaves están fuera de circulación debido a impagos de alquiler. De las 21 aeronaves que conforman la flota de BoA, 20 son alquiladas, lo que genera un gasto mensual de aproximadamente 2,6 millones de dólares. El gerente de la aerolínea, Ronald Casso, aseguró que la empresa cuenta con la liquidez necesaria para cubrir estas deudas, pero la senadora Andrea Barrientos cuestionó la capacidad de BoA para mantenerse operativa si no se resuelven estos problemas financieros.
El foro internacional anunciado por el gobierno boliviano será organizado por el Ministerio de Obras Públicas, y aunque aún no se dieron detalles sobre la fecha y el formato del evento, se espera que sirva como un espacio para atraer a empresas aéreas internacionales que puedan complementar o incluso reemplazar las rutas de BoA. Esto no solo mejoraría la conectividad del país, sino que también podría dar un impulso significativo al sector turístico, que depende en gran medida de la calidad del transporte aéreo para atraer visitantes internacionales.
La iniciativa busca abrir nuevas oportunidades para Bolivia, un país que, a pesar de contar con un mercado turístico en crecimiento, enfrenta retos en términos de infraestructura y conectividad. Con la llegada de nuevas aerolíneas, Bolivia podría fortalecer su oferta turística y mejorar la experiencia de los viajeros, al tiempo que se fomente la competencia en el sector aéreo para garantizar precios más competitivos y mejores estándares de calidad en los servicios.