El turismo en Argentina está experimentando cambios significativos en sus patrones, influenciados por factores económicos. En julio, el turismo receptivo, es decir, los turistas que visitan Argentina, cayó un 21,2% en comparación con el año anterior, alcanzando solo 959,000 visitantes. En contraste, el turismo emisivo, que se refiere a los argentinos que viajan al extranjero, aumentó un 30,5%. Este cambio se enmarca en un contexto en el cual el país se ha encarecido en dólares, haciendo más atractivo para los argentinos viajar al exterior.
Brasil y Chile fueron los destinos más populares entre los argentinos, con un 19,1% y un 17,9% de los viajes, respectivamente. La mayor parte de los argentinos salió del país por vía aérea (48%), seguido de la vía terrestre (44,3%) y la fluvial/marítima (7,7%). Particularmente notable fue el aumento en los viajes hacia Chile, con un incremento interanual del 145,6% en julio y del 201% en el uso del Paso Cristo Redentor, el principal punto de acceso terrestre a Chile.
Entre enero y junio, casi un millón de argentinos (979,587) visitaron Chile, un aumento del 36,5% en comparación con el mismo período del año anterior. Muchos de estos viajes están motivados por la búsqueda de precios más bajos en Chile, ya que la apreciación del peso argentino y el abaratamiento del dólar han hecho más accesibles las compras en el país vecino.
El presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), Fernando Desbots, señaló que las condiciones económicas actuales han invertido los flujos turísticos: anteriormente, los turistas extranjeros veían a Argentina como un destino económico, pero ahora los argentinos buscan mejores condiciones en el exterior. Desbots también destacó que la recesión y la falta de consumo interno dificultan la situación para el sector turístico local.
El turismo nacional, al igual que el receptivo, ha sufrido caídas. En el primer semestre del año, la cantidad de turistas que viajaron dentro de Argentina se redujo un 13%. Durante las vacaciones de invierno, 4,9 millones de personas viajaron por el país, un 11,9% menos que el año pasado, y el gasto total fue un 22,2% inferior al de 2023.
Ante estos desafíos, las agencias de viajes están implementando promociones, ofertas y planes de pago sin intereses para estimular la demanda. Un ejemplo de estas iniciativas es el Travel Sale, organizado por la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT), que ofrece descuentos y beneficios hasta el 1 de septiembre.
A pesar de las dificultades actuales, las expectativas para la temporada de verano parecen más optimistas, con un aumento del 30% en las ventas de paquetes turísticos en comparación con el año anterior, tanto para destinos nacionales como internacionales, según datos de Turismo City.
