En el mes de agosto, Brasil registró uno de los peores meses en términos de incendios forestales, con un total de 28.884 focos activos detectados en todo el país, lo que representa un incremento del 38% respecto al promedio de los últimos diez años.
Este escenario también podría generar consecuencias económicas serias, afectando al sector turístico en Brasil, especialmente con la llegada de las temporadas altas de fin de año. Destinos turísticos populares, como el Amazonas o el Pantanal, podrían ver una caída importante en el número de visitantes debido a la mala calidad del aire y la destrucción de paisajes naturales. Las alertas internacionales y las imágenes del humo extendiéndose por Sudamérica también podrían disuadir a los turistas que planean visitar otras regiones del país, como Río de Janeiro o São Paulo, impactando la economía local en un momento clave para el turismo.
El origen del desastre
Los primeros focos se detectaron en la región amazónica, una zona vulnerable por la deforestación y las prácticas agrícolas. Las llamas se propagaron rápidamente debido a las condiciones de sequía extrema, que afectan tanto al Amazonas como a otras regiones ecológicas clave como el Pantanal y el Cerrado, conocidas por su rica biodiversidad. Estas áreas se convirtieron en puntos críticos debido a la combinación de factores climáticos extremos y la acción humana.
Expansión del humo: riesgo para la salud y afectación internacional
El humo denso que emanan estos incendios se extendió por vastas zonas de Brasil, cubriendo ciudades importantes como São Paulo y Brasilia. Actualmente, el humo se desplaza hacia el sur y ya comenzó a afectar a países vecinos como Argentina y Paraguay. En Argentina, 13 provincias, incluida Buenos Aires, emitieron alertas debido a la mala calidad del aire y la baja visibilidad causada por el humo.
Impacto ambiental y recomendaciones
Las autoridades meteorológicas y sanitarias recomiendan evitar actividades al aire libre, utilizar mascarillas para proteger las vías respiratorias y estar alerta a los comunicados oficiales. Se espera que los incendios continúen afectando la región hasta la llegada de la temporada de lluvias, que no se prevé hasta octubre.
