El Gobierno de Canadá actualizó su advertencia de viaje para Costa Rica, recomendando a sus ciudadanos “ejercer un alto grado de precaución” debido al aumento de crímenes violentos y hurtos en destinos turísticos como Jacó, Manuel Antonio, Santa Teresa, Puerto Viejo y Limón.
La alerta publicada el 31 de julio en Travel.gc.ca señala que los turistas son blanco frecuente de bandas organizadas que operan en espacios públicos como terminales, hoteles y playas, además de advertir sobre robos de vehículos, fraudes con tarjetas, y el riesgo de consumo de alcohol adulterado.
Desde el gobierno costarricense, el ministro de Seguridad, Mario Zamora, minimizó el impacto de la inseguridad en el sector turístico:
“La inseguridad no está afectando al turismo. No existe una amenaza sistemática contra el visitante extranjero”, afirmó. También aseguró que se han intensificado los operativos policiales en zonas clave para preservar la imagen internacional del país.
El contexto ha generado un debate público entre la percepción de inseguridad y la realidad estadística, ya que si bien la mayoría de los hechos violentos se vinculan a ajustes de cuentas entre bandas, la publicación de advertencias oficiales puede influir en la decisión de viaje.
“El turismo es extremadamente sensible a la percepción del riesgo”, alertó Daniel Vargas, consultor en inteligencia turística. Aunque Costa Rica no enfrenta una alerta severa, el tono de los comunicados podría impactar en la llegada de visitantes y en la actividad de operadores internacionales.
