Carnaval de Salvador es declarado manifestación cultural oficial de Brasil

Compartir:

El Carnaval de Salvador, una de las fiestas populares más emblemáticas del mundo, ha sido oficialmente reconocido como manifestación cultural de Brasil. La medida fue sancionada este lunes por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva mediante la Ley N.º 15.196.

Un patrimonio cultural con valor histórico y social

La legislación otorga un nuevo estatus al carnaval bahiano, destacando no solo su carácter festivo y turístico, sino también su profundo valor histórico, social y cultural, especialmente como símbolo de la cultura afrobrasileña y de la identidad del pueblo de Salvador.

El ministro de Turismo, Celso Sabino, señaló:

“El Carnaval de Salvador es mucho más que una fiesta. Es una expresión viva de nuestras raíces, de nuestra diversidad y creatividad. Con esta ley, lo consagramos como parte esencial del patrimonio cultural de Brasil”.

Impacto económico y turístico

Según el Ayuntamiento de Salvador, la edición de 2025 del carnaval atrajo a más de un millón de personas y generó ingresos cercanos a 2 mil millones de reales, impulsando la economía local y fortaleciendo la cadena productiva del turismo.

Este reconocimiento se enmarca en una estrategia del gobierno federal para promover el turismo cultural, destacando las principales fiestas populares como motores de desarrollo económico, identidad nacional y atracción de inversiones.

En mayo de este mismo año, una medida similar declaró el Carnaval de Pernambuco como manifestación cultural, evidenciando la intención del país de proteger y promover sus festividades tradicionales.

Raíces históricas del Carnaval de Salvador

El carnaval brasileño tiene raíces coloniales, iniciado con los «entrudos» portugueses, que incluían juegos con agua y harina. Sin embargo, en Salvador adquirió su forma moderna, enriquecida por la herencia africana.

Grupos afrodescendientes transformaron la celebración en una expresión masiva de arte, resistencia y libertad, a través de instrumentos, danzas y cantos. Los cucumbis, enmascarados que satirizaban la realidad, fueron precursores del carnaval callejero actual.

Protección y promoción de la cultura

La ley busca preservar y proteger esta manifestación cultural frente a la globalización y la comercialización. Además, permite canalizar recursos públicos para su promoción, infraestructura y profesionalización del sector.

Sabino concluyó:

“Esta ley no solo rinde homenaje a Salvador y a Bahía, sino también a la historia de Brasil y a todas las comunidades que hacen del carnaval una experiencia única en el mundo”.

Con este reconocimiento, el Carnaval de Salvador refuerza su rol como un icono cultural global y un motor clave del turismo y la economía brasileña.