El gobierno catalán tiene previsto aprobar el incremento de la tasa turística este martes 11 de marzo, duplicando el impuesto sobre pernoctaciones en la región. La medida, acordada entre la Generalitat y el grupo parlamentario de Comuns, busca destinar parte de la recaudación a políticas de vivienda, aunque ha generado un fuerte rechazo por parte del sector turístico.
Un impuesto en debate
Desde su implementación en 2012, la tasa turística en Cataluña ha tenido incrementos progresivos. Actualmente, los montos varían según el tipo de alojamiento y la ubicación, con Barcelona aplicando un recargo adicional de 4 euros. El nuevo ajuste supone una duplicación de las tarifas, argumentando que el crecimiento del turismo justifica el aumento de la recaudación.
Sin embargo, asociaciones hoteleras, campings y apartamentos turísticos han manifestado su total oposición. Entidades como ConfeCat, la Federación Catalana de Campings, Federatur y el Gremio de Hoteles de Barcelona denuncian que la medida afectará la competitividad del destino y la ocupación en temporada baja.
Impacto en el sector y posibles cancelaciones
El aumento de la tasa ya genera preocupación entre los empresarios del turismo. Desde la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Costa Daurada y Terres de l’Ebre, advierten que han comenzado a recibir consultas y cancelaciones de reservas a raíz del anuncio.
Por su parte, Miquel Gotanegra, presidente de la Federación Catalana de Campings, señala que no hubo un «diálogo previo» con el sector y que la subida del impuesto puede afectar el esfuerzo por desestacionalizar la actividad turística. Además, critica que los ayuntamientos puedan aplicar recargos sin un criterio unificado, lo que podría generar disparidades entre municipios.
Un desafío para el turismo en Cataluña
A pesar de la oposición del sector, el gobierno catalán sigue adelante con la medida, que forma parte de las negociaciones presupuestarias con Comuns y ERC. La decisión pone en el centro del debate el equilibrio entre la recaudación fiscal y la sostenibilidad del turismo, una de las principales fuentes económicas de la región.
Con su inminente aprobación, el impacto real de esta medida se verá reflejado en las reservas y la percepción de los visitantes en los próximos meses.
